Javier Clemente (Barakaldo, 12-III-1950) no es amante de los bolos, ni de los fuegos artificiales en el mundo del fútbol. Por eso tiene claro que el partido de esta noche ante Costa Rica en Ipurua, sin público en las gradas para su lamento, debe parecerse lo máximo posible a una cita oficial, por lo que ni siquiera asegura que vaya a realizar los seis cambios permitidos durante los 90 minutos de un encuentro en el que espera vencer a un rival con experiencia en Mundiales. Con la esperanza, no obstante, de poder tener enfrente también a rivales de primera talla mundial, el de Barakaldo clama por la oficialidad y pone en valor el ADN futbolístico vasco.

Está a las puertas de su segundo partido al frente de la Euskal Selekzioa. ¿Cómo lo encara?

-Creo que es un partido bonito y lo afronto con ganas y optimismo. Espero que el equipo dé un rendimiento alto contra una selección que está muy junta desde hace mucho tiempo al ir a los Mundiales. Será una buena piedra de toque para los jugadores y eso es bueno para los futbolistas.

El contexto no es el ideal por culpa de la pandemia.

-No, el momento actual del fútbol no es el más atractivo para los aficionados, pero los futbolistas tienen que jugar y hacer bien su trabajo, si bien hacerlo sin el apoyo y sin el calor del público es algo más feo. Yo tengo experiencia de dirigir partidos a puerta cerrada con Libia como local y se hace todo extraño.

¿Le apena no poder contar con jugadores como Javi Martínez y Fernando Llorente?

-Sí, me ha dado pena. Me hubiera gustado que vinieran, porque cuanto más jugadores y de nivel podamos tener, mucho mejor. No han podido al no dejarles sus clubes y los que están se convierten en los mejores para el partido. Que haya una serie de bajas no tiene que conllevar dar menos mérito a los chavales que vienen, porque en la selección de un país pueden entrar 60 o 70 jugadores al cabo de un año y, por tanto, todos los que van a estar este lunes forman parte de la élite del fútbol vasco.

El último en perderse la cita al tener que permanecer aislado por el positivo de Jokin Ezkieta ha sido Dani García, además de los realistas Zubeldia y Zaldua.

-Sí, pero no llamaremos a nadie más. Estamos los suficientes al haber hecho una convocatoria amplia por este tipo de situaciones.

A nivel deportivo, ¿cuál es el reto a corto y medio plazo?

-Jugar más partidos y que llegue la oficialidad. Estos encuentros de ahora, sin ser oficiales, sirven para que se vea en el exterior el nivel que tiene el fútbol vasco y que haya más selecciones que tengan la curiosidad de querer jugar contra nosotros.

Ya ha dejado claro otras veces que le gustaría enfrentarse a países como Alemania, Inglaterra, Francia o España.

-Claro, sería muy importante. No solo desde el punto de vista deportivo de nuestra selección, sino porque ir a ciertos países a jugar favorecería el auge de Euskadi a nivel comercial e industrial. Por eso la oficialidad es importante también, por lo que supondría recibir aquí a Alemania en un torneo oficial, por ejemplo, y que te vengan 10.000 alemanes a Bilbao.

Mientras no llegue la oficialidad, sin embargo, no es sencillo atraer a rivales de primera talla mundial.

-Es complicado. No les gusta jugar contra selecciones no oficiales, porque les puedes ganar. Si pierden contra una selección no oficial, digamos que se les queda un poco cara de tontos. Por eso, al tener nuestra selección mucho nivel, tenemos que intentar que sí quieran jugar contra nosotros.

¿Conseguir la oficialidad lo ve más o menos viable que hace un puñado de años?

-No lo veo más, ni menos viable. Es un tema que compete a los políticos y son ellos y los que están en el gobierno los que tienen que conseguirla. Nosotros solo podemos entrenar y jugar. Lograr la oficialidad son temas burocráticos y todos los que son funcionarios tienen que dar con la llave para ver por dónde podemos conseguirlo.

Respecto al partido de mañana ante Costa Rica, ¿Qué selección quiere que se vea?

-Una que guste al público, que emocione y que la afición se sienta orgullosa del equipo que tenemos. Me gustaría que vieran una selección que da la cara, es valiente y demuestra la calidad del fútbol vasco. En este partido solo se podrán hacer seis cambios y, de hecho, igual resulta que solo hacemos tres o cuatro, por lo que no jugarán todos los jugadores para dar así un poco de seriedad e importancia a lo que es intentar ganar a un rival mundialista.

"Es un partido bonito, espero que el equipo dé un rendimiento alto contra una selección muy cohesionada?