avarros y de la Real, o de la Real y navarros. El orden de los factores no altera el producto. He perdido la cuenta de las veces que he tenido que explicar por qué soy navarro y de la Real. Bueno, por qué soy navarro no lo he tenido que explicar. Venimos así de serie. ¿Por qué de la Real? Basta con una respuesta. Por Genaro Zelaieta San Sebastián. Genaro era nuestro ídolo y la Real de los años 80, el espejo en el que nos mirábamos. Todos queríamos ser Genaro. Ahora se llevan las camisetas con el nombre del jugador de turno estampado en la espalda, pero entonces apenas había. No tienen más que comprobarlo en las celebraciones antiguas. Eran otros tiempos. Entonces se llevaban las fotos firmadas con dedicatoria del jugador. La mía, firmada por Genaro, presidió años y años la mesilla de mi habitación. No se extrañe si en su próxima visita a Bera, Lesaka, Doneztebe, Irurita, Elizondo, Sunbilla, Lekunberri o Zugarramurdi ve banderas txuri-urdin colgando de los balcones. Somos de la Real. No todos, que si no sería muy aburrido. Pero sí muchos. Así que esta Copa va por Genaro, por Erauste, por el tío Ignacio, por el tío Fausto, por Ignacio el de Iztieta y tantos otros realzales que no podrán vivir mañana sábado un día histórico.