Hay que tener buena vista para leer letras y números impresos a un cuerpo tan reducido. O ayudarse de una lupa. Meter tantos datos en un cuadernillo de 9 por 11,5 centímetros obliga a apretar y aprovechar al máximo el espacio. Solo así se entiende que en un centenar largo de páginas puedan recogerse todos los datos de partidos (con sus incidencias mayores y menores) y plantillas de Primera y Segunda división, fotos de los jugadores y cuadros de resultados de los grupos de Segunda B y Tercera, además del desarrollo de todas las eliminatorias de Copa o diferentes recopilaciones y suplementos. Artesanía tipográfica, según su propia definición y la que consta en el registro mercantil de la empresa. Todo esto, cuando internet era una entelequia, solo podía hacerlo el Dinámico. Ahora, las nuevas tecnologías han acabado con la publicación cuando iba a cumplir, en agosto, 72 años de presencia puntual en los quioscos.

"Lamentándolo con todo nuestro pesar, debemos anunciar que no se volverá a editar el #SúperDinámico. Han sido muchos años junto a vosotros, lo más bonito de este deporte, los aficionados. Sin embargo, el proyecto no puede seguir adelante". Con este mensaje difundido el miércoles en las redes sociales, la empresa editora anunciaba el final de la actividad que convirtió su producto cada verano en objeto del deseo de los amantes del fútbol y de los datos. Una obra de consulta obligada; una biblia del balompié que durante siete décadas recopiló información de los campeonatos de Liga, de la Copa, torneos europeos, de selecciones... Una labor tan minuciosa como rudimentaria elaborada con la filosofía que aparecía en la portada de algunas ediciones: "Para aprender, leer; para discutir, saber".

calendario de bolsillo

Fue en agosto de 1949 cuando Tomás Tocino García (1912-1996) decidió lanzar un calendario de bolsillo -como ya venían haciendo otras imprentas- con todas las jornadas de Primera, de un grupo de Segunda y de otro de Tercera. El modesto empresario (uno de los 14 hijos de una maestra y un músico) dirigía una imprenta que había instalado en una vieja fábrica de persianas en las afueras de Zaragoza, ciudad a la que había llegado procedente de Vigo por avatares de la Guerra Civil. Lanzó en aquella primera tirada 50.000 ejemplares, de los que le devolvieron 30.000. Entonces decidió reenviarlos a peluquerías de toda España. La estrategia comercial funcionó y el producto no solo cuajó sino que ganó adeptos año a año.

"Mi padre comenzó como se empiezan los proyectos: porque había que comer", recordada su hijo Tomás Tocino Maquieira. El crecimiento y la demanda eran un goteo imparable. También se adentró en algunas publicaciones de ciclismo con el mismo formato.

El punto álgido del Dinámico, cuando alcanzó una tirada de 300.000 ejemplares. Nació por entonces el SuperDinámico, exhaustivo complemento al calendario de bolsilloSuperDinámico. El cuadernillo fue incorporando información y añadiendo la de campeonatos anteriores a su nacimiento. Las fuentes de documentación eran las noticias aparecidas en prensa y en radio, y la recogida en formularios que se enviaban a clubes y federaciones. Resulta curioso, como recordaba Tomás Tocino hijo, que muchas de las personas encargadas de cosechar datos no eran aficionados al fútbol; él mismo confesaba en una entrevista que solo había asistido a un partido en su vida y que no le gustó el ambiente de tensión e insultos que percibió en la grada. No volvió más.

Hasta la imprenta llegaban durante años peticiones de aficionados de los lugares más recónditos del mundo. Como fuente de documentación era una ayuda impagable, tanto por sus abundantes apuntes como por el rigor de los datos, que eran revisados y corregidos temporada a temporada.

Pero las nuevas tecnologías, la inmediatez y la actualización de las páginas especializadas, fueron relegando al Dinámico, convertido en ejemplar para consumo de coleccionistas y solo conocido ya por gentes que rebasan los 30 años, fieles compradores también de sus reediciones.

Las últimas tiradas, de unos 5.000 ejemplares, hacían inviable el proyecto. Tampoco la respuesta exterior de colaboración era la misma: "Los clubes ya no respondía a nuestras peticiones", se lamentaba Tocino hijo, que tomó las riendas de la empresa en 1996, tras la muerte de su padre.