Pamplona. La Federación Navarra de Atletismo está desde el pasado sábado sin presidente, por la dimisión de Rafael Pérez Rivas en una Asamblea Extraordinaria convocada al efecto. Su Junta Directiva pasa a ser Comisión Gestora, presidida por Alfonso Escribano -hasta ahora, vicepresidente de la Federación-, y deberá encargarse de convocar elecciones.

Pérez Rivas, que accedió al cargo en junio de 2008, alegaba ayer "motivos personales" para haber tomado esta decisión, pero por lo que ha podido saber este periódico se debe al hartazgo por la falta de apoyo de los clubes en su labor diaria al frente de la federación.

"Las personas que nos dedicamos a estos cargos en muchas federaciones no sacamos ningún beneficio", explicaba ayer Pérez Rivas. "Sólo la cabeza caliente y los pies fríos. Es un costo de tiempo, de dedicación y de alguna discusión que otra. Y, si ves que las cosas no funcionan como quieres o hay más problemas de los previstos, resulta muy duro".

Rafael Pérez Rivas, logroñés de 67 años afincado en Navarra desde 1968, ha tenido una larga trayectoria política, en las filas socialistas -alcalde de Burlada (1979-87), parlamentario foral (1984-92) y presidente de la Federación de Municipios y Concejos- y otra incluso más larga en el atletismo, en el que de joven fue, según sus palabras, "un muy mal lanzador de martillo: presidente del CA Riojano (1964); vicepresidente de la Federación Alavesa (1965), durante su servicio militar en Vitoria; vicepresidente de la Federación Navarra en varios mandatos, con Félix Solís, Alberto Cañada y Javier Macaya; y juez y presidente de los jueces navarros de atletismo.

Pérez Rivas asegura que el mundillo del atletismo navarro ya estaba sobre aviso de que no iba a acabar la legislatura, que en teoría concluía en junio de 2012. "El pasado verano dije a los clubes y a la Junta Directiva que pensaba irme en noviembre de 2011, pero por circunstancias sobrevenidas he adelantado un año mi dimisión".

La Junta Directiva conocía su decisión el día 15, y ayer la trasladó a José María Odriozola, presidente de la Federación Española, y a Javier Esparza, director gerente del Instituto Navarro de Deporte.

Pérez Rivas seguirá vinculado al atletismo como juez árbitro y continuará en el Consejo Navarro de Deporte, al que no llegó como presidente de la Federación sino propuesto por el club Hiru Herri, que quiere que le siga representando en él.

El ya ex presidente confía en que la Federación "no quede desatendida con la Comisión Gestora" y que alguien se anime a presentarse para presidente.

La dimisión de Pérez Rivas, tras dos años y medio de mandato, y el malestar con el que se fue en 2008 su predecesor, Javier Macaya, ponen en evidencia los problemas que atraviesa la Federación Navarra. El principal, según fuentes del mundillo consultadas por este periódico, es que "la mayoría de clubes no considera la Federación como algo suyo sino casi al contrario, como un rival, y su colaboración es mínima. Así es imposible hacer nada".

El impasse que se ha abierto con la dimisión de Pérez Rivas debería servir para una reflexión colectiva sobre lo que quiere el atletismo navarro que sea su federación y sobre cuánto está dispuesto a arrimar el hombro para conseguirlo.