madrid - El tenista balear Rafa Nadal se clasificó ayer para la final del Abierto de Australia por quinta vez en su carrera tras desarbolar al griego Stefanos Tsitsipas (6-2, 6-4, 6-0), una nueva víctima de la trituradora que está empleando en Melbourne, donde no ha cedido ni un solo set antes de su último duelo por el título ante el serbio Novak Djokovic o el francés Lucas Pouille.

Una hora y 46 minutos necesitó Nadal para deshacerse del joven Tsitsipas (20 años), número 15 del ranking mundial, que apenas pudo contener la marejada de tenis que acabó ahogándole hasta encajar un rosco en el último parcial. A sus 32 años, el balear batía a su tercer ATP Next Gen del torneo, denominación que reciben las promesas del circuito mundial y que aún deberán seguir esperando para dar el relevo generacional.

El único momento de duda en todo el partido llegó en el segundo parcial, cuando el marcador reflejaba empate (2-2) y Tsitsipas se colocó con ventaja de 0-40. Nadal superó esta peligrosa situación, rompió el servicio de su rival con 4-4 y ahí se acabó la fe del griego, que perdió los ocho últimos juegos del duelo.

Inabordable al servicio, su nueva arma de esta temporada, Nadal ya había dominado con claridad el primer set, en el que tan solo perdió tres puntos con su saque. Neutralizó la agresividad de su adversario desde los primeros peloteos y sacó a relucir todo su repertorio para completar otra faena impecable con 28 ganadores, 14 errores no forzados y un 85 por ciento de puntos ganados con su primer servicio.

Se repitió el guion de sus anteriores cinco partidos en Melbourne Park, donde ha ido devorando rivales sin piedad y Nadal también engulló a la sensación del torneo Tsitsipas, el verdugo de Roger Federer y posteriormente de Roberto Bautista, vengado en esta ronda de semifinales por su compatriota. Este arrollador periplo le catapultó a la quinta final de su carrera en Australia, donde se proclamó campeón en su primera oportunidad, hace exactamente una década (2009), y sucumbió en las tres siguientes (2012, 2014 y 2017). Su excepcional momento de forma, uno de los mejores de su extensa carrera, le auguran una ocasión inmejorable de lograr el que sería su segundo título australiano y decimoctavo grande de su carrera.

El próximo domingo, a las 9.30 hora española, Nadal intentará redondear un gran torneo alzando el trofeo de campeón. Hoy conocerá si su rival es Djokovic, actual número uno mundial con el que se ha enfrentado en 52 ocasiones (el serbio domina 27-25), o el sorprendente Pouille, al que ha superado en dos de sus tres encuentros en el circuito. - Europa Press