No tenía ninguna intención de escribir de este tema pero ayer mismo me lo comentó un amigo que también está metido en el mundo del fútbol. Era primera hora de la tarde y mientras hablaba con él nos dábamos cuenta de que ese mundo futbolero en ese preciso momento estaba colgado de un móvil esperando la llamada del mercado.

Hoy ya es 1 de febrero y ayer mismo el famoso mercado de invierno tocó a su fin en todas las categorías nacionales, todos los equipos por fin tendrán cerradas sus plantillas hasta final de temporada salvo lesión grave que les permita incorporar a otro jugador o jugadora. Esperemos que ese caso se dé poco o nada.

No se pueden imaginar la locura colectiva que se vivió en la tarde de ayer. Los directores deportivos o secretarios técnicos de los clubes profesionales o semiprofesionales estoy seguro de que no comieron en todo el día, ni posiblemente bebieron y tengo mis dudas si irían al baño, no vaya a ser que me llamen en ese momento y me quede sin mi primera opción para mi lateral izquierdo o para el extremo derecho.

Quienes también hoy estarán muertos matados son los representantes o agentes de los jugadores. Este colectivo será posiblemente el que más tire de teléfono en un solo día en todo el año. No sé si los trabajadores de las grandes compañías que se dedican a coger los teléfonos durante todo el día hablarán tanto como los repres el último día de mercado. En el fútbol un poquito más modesto pero no por eso menos importante también sufren los directivos que intentan que sus equipos salgan beneficiados o si puede ser no salir muy perjudicados. Esta pelea no tiene monedas por medio pero no por eso es más sencilla de jugar. Y por último están los jugadores y sus familias, que a veces tendrán la sensación de que su cromo sale muchas veces repetido y no lo quiere nadie y en otras ocasiones pensarán que con un solo cromo no se puede contentar a dos niños y que uno llora seguro.

Hoy, primer día de escuela para algunos... aunque sea febrero.

El autor es Técnico deportivo superior