AL equipo Repsol Honda lo apodan el Dream Team porque correrán con su moto los dos pilotos que se reparten los títulos de los últimos siete años en la categoría reina: Jorge Lorenzo (2012 y 2015) y Marc Márquez (2013-14 y 2016-18). “No me gusta lo de Dream Team”, se pronuncia el vigente campeón; “que el Dream Team se vea en la pista”, expresa, por su parte, el recién incorporado a las filas, el único que ha sido capaz de arrebatar una corona a Márquez en MotoGP. Impera la prudencia por estas fechas, aunque es obvio que las expectativas son absolutas.

Honda hospedará a los dos jerarcas de los últimos tiempos. La máquina por excelencia reúne a los dos pilotos más competitivos del momento. Pero MotoGP solo ofrece un trono. La incertidumbre acerca de lo que pueda suceder con esta rivalidad es el mayor aliciente que presenta el curso 2019, que arranca el 10 de marzo con el Gran Premio de Catar.

En este duelo que sirve el presente, coincidiendo con el 25 aniversario de Repsol Honda en el Mundial, a priori Márquez parte con ventaja. Más allá de los tres títulos que ha enlazado y que, a tenor de la meritocracia, le erigen como el rival a batir, se encuentra adaptado a la montura japonesa. Compite con una máquina diseñada y desarrollada a su antojo durante sus seis años en MotoGP. Desventaja con la que deberá lidiar Lorenzo, que sigue pendiente de las modificaciones pertinentes.

Sin embargo, Lorenzo atesoraba una baza que ofrecieron los acontecimientos. El mallorquín comenzaba sano la pretemporada oficial, mientras que Márquez permanecía inmerso en el proceso de recuperación de su lesión y posterior operación de hombro izquierdo. “Cuando pierdes la cuenta de cuántas veces se te ha dislocado el hombro, es que hay que pasar por chapa y pintura”, anunció al cierre del curso 2018 Márquez, que el pasado 4 de diciembre visitó el taller para reparar el problema. “Esta lesión, en un proceso normal, son entre dieciséis y veinte semanas desde la operación, entre cuatro y cinco meses. Si se hacen las cuentas, hasta Jerez (4ª carrera) o Austin (3ª prueba) no puedes decir: ‘Ahora está al 100%”, valoró para Marca el fisioterapeuta de la Clínica Móvil del Mundial de MotoGP, Carlos J. García.

Márquez se ha subido a la moto ocho semanas después de visitar el quirófano. Pero su pretemporada está sujeta a la evolución de su recuperación. Convaleciente aún, espera volver a los lomos de la Honda el 6 de febrero en Malasia, en el primer ciclo de entrenamientos oficiales de 2019. “Espero estar lo mejor posible para Sepang para poder probar las piezas, ya que el otro (Lorenzo) también está lesionado”, dijo Márquez durante la presentación del equipo Repsol Honda. Lo que pueda rendir ya es otra cosa. Desde luego, el heptacampeón catalán tiene premura por iniciar la puesta a punto para gozar de esa ventaja que ahora puede jugar a su favor.

Porque el Lorenzo ileso abrazaba la coyuntura. Tenía la oportunidad de completar el periodo técnico de adaptación y llegar en plenas facultades físicas a Catar. La ocasión se esfumó en un entrenamiento de dirt track. Se cayó y se rompió. Adiós a su particular baza. El pasado 21 de enero el mallorquín fue intervenido para reparar una fractura del escafoides de su muñeca izquierda. “No llegaré a Sepang”, anunció. Lorenzo se centra ahora en llegar en condiciones óptimas a Catar, donde se celebrará el segundo ciclo de test oficiales a partir del 23 de febrero y donde arrancará el campeonato el 10 de marzo. “A Catar llegaré al 80%, con la esperanza de llegar a la carrera al 90%”, juzgó Lorenzo al presentarse como piloto de Honda. Su ventaja es ahora el margen de Márquez, que sí tiene previsto estar en Malasia en dos días.

Dado el contexto, el calendario previsto por Honda se difumina. Los cuerpos, sus recuperaciones, marcarán los plazos hasta alcanzar la plenitud. Aunque ya se sabe que los dos principales candidatos al título llegarán mermados al arranque del curso. Resquicios que tratarán de aprovechar los Dovizioso, Viñales o Rossi, los a priori opositores de Honda.

“Duelos con odio” Márquez celebró en su día la contratación de Lorenzo: “Menos mal que Honda le ha fichado y estará en la misma moto. Para mí es mejor, al menos tienes las mismas armas y no hay excusa”. El catalán brindó por la paridad, aunque Giacomo Agostini baraja la tempestad para el Repsol Honda en una entrevista concedida a Moto.it. “Si Lorenzo hace lo mismo que con Ducati, todo irá bien y se respetarán. Si, por el contrario, empieza fuerte, será un duelo acalorado con discusiones garantizadas”, afirma el piloto más laureado de todos los tiempos. Habla, incluso, de posibles “duelos con odio”.

No obstante, cuando le preguntan desde Solomoto por similitudes entre la relación Lorenzo-Márquez y su experiencia con otros compañeros de equipo, Agostini ríe. “¿Mala relación Lorenzo-Márquez? Phil Read era un bastardo y con Bill Ivy llegamos a las manos”, recuerda. Vamos, que hay margen para el caos quiere decir.

Si la gasolina no prende por sí sola, puede que la intervención de terceros sea clave en el vínculo Márquez-Lorenzo. Aleix Espargaró opinó en su cuenta de Twitter: “Márquez está a otro nivel, mucho más alto que el resto. Es su casa, la moto la ha hecho él, con su propia gente. Para mí es imposible batirle con su misma moto”. A lo que Lorenzo respondió con una frase de Muhammad Ali: “Imposible es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio...”.

Pendientes aún de resultados, se sabe que en Honda no habrá rey y paladín. Y sí dos tipos que, a día de hoy, consideran que “no hay que hacer mucho drama de esta situación” que es el maridaje Márquez-Lorenzo, pero que pondrán todo el orgullo en pista.

un equipo histórico Para contextualizar sobre la era de dominio de Lorenzo y Márquez cabe recordar que en la historia de la máxima categoría solo se ha vivido un duopolio más longevo: el de Giacomo Agostini y Phil Read entre 1966 y 1974. Este periodo es el único en el que ininterrumpidamente dos pilotos han alternado títulos al menos una vez durante más tiempo que Márquez y Lorenzo.

En cuanto a títulos, únicamente dos equipos superan al Repsol Honda de 2019: el integrado por Agostini y Read en MV Augusta y el compuesto por Rossi y Lorenzo en Yamaha. Cuando Agostini y Read coincidieron en MV Augusta en 1973, sumaban 19 títulos, aunque solo 7 de la categoría reina; Lorenzo y Rossi mientras compartían garaje en Yamaha en 2016 aglutinaban 14 campeonatos, 10 de ellos de MotoGP; Márquez y Lorenzo acaparan 12 coronas, 8 correspondientes a la máxima cilindrada. “El equipo Lorenzo-Márquez es el más fuerte de la historia”, sostiene Mick Doohan.

Los acontecimientos (resultados, relación entre pilotos, entre integrantes del equipo...) darán forma a una pugna que se antoja como una lucha por el Mundial, pero que comienza siendo un duelo de tiritas, para mal de un Lorenzo que perdió su baza.