desde que un equipo de fútbol salta al terreno de juego queda claro que uno de sus componentes es diferente a los demás, su uniforme le identifica, es el guardameta y en todo momento debe permanecer en el terreno de juego, bajo ninguna circunstancia un equipo puede estar jugando sin que uno de sus jugadores esté identificado como portero.

Todos somos conocedores del derecho principal del que goza este personaje, puede jugar el balón con las manos dentro de su área de penalti.

Por el contrario hay otro derecho que se le pretende conceder por parte de muchos aficionados y no poco comentaristas desinformados sin que las Reglas de Juego avalen su creencia, me refiero a eso de que “el portero es intocable dentro del área de meta”, esa virtud de la intangibilidad debe ser propia de alguna casta india o de los colegas de Eliot Ness pero no tiene nada que ver con los porteros de fútbol.

El portero no tiene ningún derecho en el área “pequeña” que no posea en la “grande”, y por supuesto los delanteros pueden disputarle el balón de modo noble y con el contacto físico que es muy propio de nuestro juego, lo que no pueden, evidentemente, es empujarle.

El árbitro debe consentir ese contacto físico pero estará muy atento a la situación de vulnerabilidad que presenta el portero cuando salta con los brazos extendidos y puede ser fácilmente desequilibrado por un empujón por leve que éste sea.

El que sí es un derecho real del portero es el de disfrutar de seis segundos desde que toma posesión del balón hasta que lo devuelve al juego, es en este espacio de tiempo cuando ningún adversario puede disputárselo. En estos segundos el portero puede desplazarse con la pelota, botarla, lanzarla al aire o sostenerla sobre la palma de su mano sin que ningún adversario intente quitársela.

¿Y cuándo empieza esa posesión del balón? Pues cuando el portero lo tiene entre sus manos o entre la mano y cualquier superficie, de manera que si coloca una de sus manos sobre el balón sujetándolo contra el suelo y un delantero toca limpiamente el esférico lanzándolo a gol el tanto no será válido.

El autor es vocal de Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol