Pamplona - Juantxo Ferreira construyó una carrera exitosa en Argentina, pero ha decidido volver a Pamplona tras 21 años fuera. Apenas aterrizó preguntó por hacerse socio de Osasuna, su otra pasión. Y, mientras disfruta de su familia, valora ofertas para la temporada que viene, a ser posible cerca de Navarra.

¿Cuál es la razón por la cual ha vuelto a Pamplona?

-Muchas cosas. Algunas personales, como que mis padres son mayores y tras 21 años fuera quiero disfrutar de ellos. En el plano deportivo, que era lo que podría hacerme seguir allí, llevaba seis años en un club en el que habíamos conseguido muchos títulos y era el momento de dar un paso al lado. Y en la selección, dada mi naturalidad de extranjero, ante la renuncia de Cristian Santander, me dejaron claro que alguien que no era argentino no iba a dirigir al combinado. Esto me terminó de decidir para volver y estar con mi familia.

¿Y cómo ha vuelto?

-Tengo hambre por hacerlo bien. Soy ambicioso. Me gustaría entrenar un equipo, a ser posible por aquí cerca, o por la península. Intentar que los chicos o chicas, lo que toque, progresen y jueguen bien al baloncesto.

¿Hay opciones de que sea aquí?

-Dicen que uno no es profeta en su tierra. Afortunadamente me ha ido muy bien en Argentina. He tenido ofertas para ir a Armenia, pero estudiando el club que me quería, su escudo tenía un AK47 y un tanque, el entrenador anterior había sido despedido por perder el primer partido y tampoco económicamente me era rentable. Ahora me han ofrecido ir a Bolivia para cuatro meses y es algo que estamos pensando.

Ahora mismo en Europa tiene complicado encontrar banquillo con la temporada en su tramo final...

-No estoy buscando. He estado en un par de sitios mirando a ver qué se puede montar de cara al año que viene. Ahora mismo estoy tomándome un tiempo para acoplarme, volver al ritmo de vida de Pamplona y salir de la vorágine que es una gran ciudad como Buenos Aires. Lo bueno es que aquí se está muy bien y lo estoy haciendo rápido.

¿Y qué es lo que busca? ¿Con su currículo en Argentina quiere algo en concreto?

-Te voy a poner un ejemplo, David Blatt fue con un currículo ejemplar a los Cavs y le despidieron. Lo que ahora mismo busco es poder realizarme. Para eso no hace falta estar en un club de elite. Solo quiero que atiendan mis peticiones y me dejen trabajar. Ya sea un club de ACB o de cantera. Quiero que me respeten. Quiero tener un proceso más que un resultado.

Estará viendo mucho baloncesto, eso seguro.

-Sí, sí. Visité a unas exjugadoras mías y a otras de selección argentina en Almería. Me invitó un rival de Basket Navarra, Lucentum, a pasar una semana de convivencia con ellos y también vi jugar a BNC contra Tormes. Tengo pendiente ir a ver a Cecilia (Liñeira) y Diana (Cabrera).

Los títulos en Argentina los ha logrado en baloncesto femenino, ¿tiene intención de cambiar?

-Para mí el baloncesto femenino es mucho más complejo de entrenar que el masculino. Las chicas proponen un juego más rico que los chicos, hacen cosas que en masculino no se ven. En chicos hay más talento físico que decide partidos y te soluciona cosas, mientras que en chicas es técnica. Me gustaría saber cuántos jugadores de ACB dominan los dos perfiles como lo hacen muchas chicas de Liga Femenina. Creo sinceramente que un entrenador de elite, sea de chicos o de chicas, debería tener un pasado entrenando baloncesto femenino. De esta manera tendría un punto de empatía para liderar un grupo, ya sea del género que sea.

¿Qué espera de esta nueva etapa?

-Buena pregunta (se ríe). Principalmente seguir entrenando. Tengo la decisión de ir donde me salga trabajo. Si tengo que ser un nómada, siempre dentro de una distancia que esté cerca de Pamplona y pueda pasar un tiempo con mi familia que durante estos 20 años no he podido hacer. Y que me pueda seguir desarrollando como entrenador y plasmar mis ideas, que creo que son muchas.

Ha pasado muchos años fuera de Pamplona...

-Son tres culturas las que me han tocado vivir. Pamplona, México y Buenos Aires. Argentina ha sido un impacto atroz en mí. Me mejoró como persona y como entrenador.