Pamplona - Hace trece siglos los vikingos fundaron un pequeño asentamiento fortificado en la parte oeste de la actual Dinamarca. Esa población, bautizada con el nombre de Aarhus, fue evolucionando gracias a su actividad portuaria hasta convertirse en la segunda ciudad más importante del país.

Es ahí, en ese pretérito campamento vikingo, donde hoy el atletismo navarro va a escribir otra página dorada en su historia. Maite González, atleta de Hiru-Herri, competirá en el Campeonato del Mundo de Campo a Través en categoría sub-20. Y decimos que hace historia porque será la primera navarra en participar -en cualquier categoría- en un Mundial de Cross.

Maite prefiere tirar de humildad cuando se le recuerda la magnitud de lo que acaba de lograr. “Es histórico, pero hay gente como Maitane Melero o Maider Leoz que también han estado en campeonatos de mucho nivel (Europeos). Detrás de mi vendrá alguien que también irá a un Campeonato del Mundo”.

Un billete para Aarhus que la joven de 18 años se labró a través de la suma de puntos en varias competiciones anteriores. “A principios de temporada, cuando mi entrenador me comentó que podríamos intentarlo, no lo veía muy factible, pero según pasaban las carreras fui consiguiendo puntos y al final me he clasificado”, comenta sobre un pase que certificó con un cuarto puesto en el Campeonato de España disputado en Cáceres este mismo mes.

Hoy recoge el fruto de tanto esfuerzo y lo hará compitiendo contra las mejores del mundo, que como viene siendo habitual son las atletas africanas. “No tengo ningún objetivo fijado, solo quiero llegar muerta: llegar a meta y sentir que lo he dado todo, que he hecho todo lo que estaba en mis manos. Hay muchísimo nivel y es muy difícil optar a un puesto bueno”, asegura.

De berriozar a barcelona La joven comenzó su periplo a los diez años en el Club Atletismo Berriozar y de ahí dio el salto al Hiru-Herri. Actualmente vive en Barcelona donde cursa la carrera de Biología ambiental, estudio que compagina con los entrenamientos -seis a la semana- a las órdenes del técnico catalán Juan Carlos Galán Miró.

“Mi objetivo es aprender. Tengo mucho que mejorar aún. No tengo ningún objetivo, pero ya se ira viendo, aún pueden pasar muchas cosas”, destaca la navarra que sabe que en esto del atletismo es mejor tener los pies en el suelo y agrega que su prueba estrella es el 1.500, aunque este año se probará en los 5.000.

Maite está preparada para la prueba de hoy, sabe que controlar la tensión es la primera clave del éxito y afirma estar tranquila para ofrecer la mejor de sus versiones. “Es un circuito que hay que regularlo muy bien y correrlo con la cabeza”, destaca sobre el recorrido de 6 kilómetros en total salpicado con charcas y caracterizado por una fuerte pendiente.

En estos casos se suele decir que la clasificación es lo de menos porque lo verdaderamente importante es que el atletismo foral ha derribado una barrera. Otra más.