madrid - David Ferrer superó el dolor y el coraje de Roberto Bautista para batirle por 6-4, 4-6 y 6-4, y prolongar su despedida del tenis en el Mutua Madrid Open. Fue una dura batalla, como las tres anteriores entre los dos españoles en el Abierto de Australia en 2017 o en Wimbledon y Abierto de EE.UU. en 2013. Ambos se batieron hasta el último esfuerzo sin dejar nada para la galería, pero fue David el que se llevó el triunfo en dos horas y 36 minutos.

Todo, o casi todo, estaba preparado para la despedida del alicantino. Allí le esperaban sus padres, Jaime y Pilar, su mujer, Marta Tornel, y su hijo Leo, jugadores como Marc López, y entrenadores como Carlos Moyá y Fernando Vicente; Feliciano López, director del torneo, y Manolo Santana, presidente de honor del mismo.

Todos querían estar allí para dar el último adiós a David, pero el jugador de Jávea se negó a rendirse y abandonó la pista central de la Caja Mágica, abrazado con Bautista y con la victoria 734 de su carrera en el bolsillo, después de disputar 1.110 partidos.

El público de la Manolo Santana se levantó para ovacionar a Ferrer tras su épica victoria, conseguida como casi siempre con dolor, ya que él mismo reconoció que en los últimos días se había encontrado mal.

Ilusión fue lo que demostró Ferrer, que incluso tuvo que ser atendido en pista, por unos problemas en la cadera y en el cuádriceps izquierdo, que hicieron temer por su retirada.

Ferru se había hecho daño al intentar alcanzar una gran dejada de Bautista que el de Xavea ganó y que no obstante, y ante la duda de si la bola había botado dos veces el propio Ferrer concedió repetición, en un gran gesto deportivo.

Ahora le espera el alemán Alexander Zverev con quien se enfrentará hoy, no antes de las 21.30. David ya le ha ganado este año en Miami.

Antes, un Nadal que no está al 100% debutará ante el canadiense Felix Auger-Aliassime.

exhibición de federer El suizo Roger Federer se exhibió ante el francés Richard Gasquet para vencerle por 6-2 y 6-3, y avanzar a los octavos de final del Mutua Madrid Open, en su vuelta a la tierra batida después de casi tres años. Tras disputar su último partido en esta superficie el 12 de mayo de 2016 en Roma, cuando cayó ante el austríaco Dominic Thiem, y tras 20 días de preparación en los Alpes suizos, al de Basilea no se le ha olvidado como deslizarse sobre arcilla, ni como colocar su saque y volea. Y lo demostró en tan solo 52 minutos, delante de unos 9.000 espectadores que no quisieron perderse su regreso. En Madrid, terreno propicio para su juego, donde se proclamó campeón tres veces (2006, 2009 y 2012), el actual número tres del mundo, demostró que está en un gran estado. - Efe