Hubo un tiempo, hace no muchos años, en el que tener un BMW no se asociaba a conducir un SUV de última generación ni necesariamente un cupé deportivo, ni siquiera a dejarse ver a los mandos de una berlina de superlujo y grandes dimensiones. En realidad, poseer un BMW era sobre todo disfrutar al volante de un Serie 3. Como aseguran desde la propia marca, “el BMW Serie 3 ha simbolizado, durante más de 40 años, el concepto de placer de la conducción deportiva entre las berlinas medias de todo el mundo”.

Y eso es lo que viene a representar, todavía en mayores dosis, el nuevo Serie 3 en su séptima generación. “Con un diseño dinámico, reacciones ágiles, eficiencia excepcional e innovadores equipamientos, toma las cualidades características de BMW y las mejora notablemente. La berlina no solo constituye el núcleo de la gama BMW Serie 3 -de la que se han vendido más de 15 millones de unidades en todo el mundo-, sino también el latido de la marca. La última generación de este modelo se ha construido sobre la tradición deportiva de la Serie 3 para revolucionar el segmento en términos de dinámica de conducción, calidad premium e innovación”.

El último Serie 3 cree en dimensiones: 85 mm en largura, hasta los 4,709 metros; 16 mm en anchura, hasta 1,827 metros; 1 mm en altura, para quedarse en 1,422 metros; y 41 mm en distancia entre ejes, que se cifra en 2,851 metros, con una mayor anchura de vías (43 mm delante y 21 detrás) para configurar un bastidor de mayor amplitud interior, gran maletero (480 litros), más ligero (hasta 50 kilogramos menos) y superior aplomo en movimiento. El exterior muestra las modernas líneas de diseño que siempre acompañan a los BMW, en las que llaman especialmente la atención sus ópticas totalmente led de serie, y que cabe mejorar con funciones adicionales y alcanzar lo máximo con los faros adaptativos de led BMW Laserlight de luz larga no deslumbrantes que iluminan a 530 metros de distancia.

En el capítulo dinámico el objetivo era claro: una respuesta deportiva y confortable de máximo nivel, con un comportamiento ágil, una dirección sumamente precisa y una superior capacidad de frenada. Aquí entran en acción mecanismos como los amortiguadores con función de desplazamiento y control variable continuo que adecúan su trabajo a la carretera y al estilo de conducción de forma automática; la suspensión deportiva M, que reduce la altura en 10 mm, o la suspensión M adaptativa con amortiguadores controlados electrónicamente; los frenos deportivos M con pinzas fijas de cuatro pistones en las ruedas delanteras; amén del diferencial deportivo M para los 330i y 330d. Todo ello sumado a una sobresaliente dotación en equipamiento de confort y diseño (Sport, Luxury y M Sport), interminables posibilidades de personalización, asistencias a la conducción que abren el camino hacia una conducción cada vez más autónoma y una completísima conectividad (BMW 7.0 y BMW Intelligent Personal Assistant) que lo convierten en toda una berlina de lujo.

El apartado mecánico es otro de los puntos siempre fuertes en BMW. Su gama de motores inicial, a la que se sumará este año un variante ultradeportivo M Performance y un híbrido enchufable, incluyen dos gasolina de cuatro cilindros (320i, de 1.998 cc, 184 CV, 300 Nm, 238 km/h y consumos medios de 5,7 a 6,0 litros; y 330i, de 1.998 cc, 258 CV, 400 Nm, 250 km/h y de 5,8 a 6,1 litros de gasto promediado); así como cuatro diésel, tres de cuatro cilindros y dos litros (1.995 cc) y un 330d con seis cilindros en línea y tres litros (2.993 cc): el 318d, de 150 CV, 320 Nm, 226 km/h y de 4,2 a 4,5 litros de gasto en ciclo mixto; el 320d, de 190 CV, 400 Nm, 240 km/h y consumos entre 4,4 y 4,7 litros; el 320d xDrive, de 190 CV, 400 Nm, 233 km/h y gastos medios entre 4,5 y 4,8 litros; además del 330d, con 265 CV, 580 Nm, 250 km/h y demandas entre 4,8 y 5,2 litros en ciclo combinado.

Todos los propulsores, salvo el 318d, con transmisión manual de seis marchas, cuentan con caja de cambios automática Steptronic de ocho velocidades. Asimismo, todos los grupos motrices, a excepción del 320d xDrive, con tracción a las cuatro ruedas, disponen de la tradicional propulsión trasera.

Por último, los precios oficiales anunciados por BMW dejan al 318d en 38.600 euros, al 320d en 43.700 euros, al 320d xDrive en 46.300 euros y al 330d en 53.600 euros; con los gasolina 320i en 42.400 euros y el 330i en 47.250 euros.

BMW SERIE 3