“Si toca ir relativamente cerca y viajamos en coche, ni tan mal. El asunto se suele complicar cuando tienes que meter las pértigas en un avión. Hay ocasiones en las que te ponen trabas: que si no van a entrar, que si son muy grandes? Aunque también tengo que decir que, últimamente, nos estamos pudiendo arreglar bien”. Así explicaba Maialen Axpe (Arrasate, 1993) el pasado mes de febrero, en una entrevista concedida a este periódico, los frecuentes problemas que depara el transporte de su material atlético para competir. Apenas tres meses después, el asunto provocó ayer a la pertiguista guipuzcoana uno de los disgustos de su carrera.

Esta tarde debía pisar el tartán del mítico Olympiastadion de Estocolmo, que alberga una reunión de la prestigiosa Diamond League. La Liga del Diamante. La Champions del atletismo. Primer nivel mundial. Sin embargo, durante la madrugada de ayer, mientras Maialen descansaba antes de tomar un primer vuelo con destino Madrid, las cosas empezaban a torcerse en Barajas. “El lunes llamé al departamento de carga del aeropuerto, para curarme en salud. Me dijeron que tenía que llevar las pértigas conmigo, como siempre hemos hecho”. Habla el pamplonés Francis Hernández, entrenador de Axpe. Conocedor de que el material (“un tubo de 25 centímetros de diámetro y 4,40 metros de largo”) no iba a ser aceptado en la pequeña aeronave que viaja desde Noain hasta la capital del Estado, optó por centrar todos sus esfuerzos en que las pértigas fueran aceptadas en el Madrid-Estocolmo.

“Suele ser el encargado de la compañía aérea quien decide aleatoriamente si te las llevan o no. Por eso quise plantarme en el mostrador con seis horas de adelanto respecto a la salida del vuelo”. ¿Y esto qué implicó para Hernández? Una noche en vela. “Salí a las doce del martes de Pamplona, en coche con las pértigas. A las cuatro de la mañana de ayer ya estaba suplicando para que las metieran en el avión, pero no hubo manera. Estaba todo hablado. El lunes había llamado y me indicaron que debía facturar el material. Pero luego me decían que era un bulto muy grande y que no cabía en el avión”. A través de las redes sociales, Iberia lamentó el incidente y precisó a Hernández que las pértigas las debe gestionar el departamento de carga, al que el propio Hernández se había dirigido dos días antes del viaje. El técnico de Axpe replicó. “La solución sería establecer un protocolo claro y mostrar la voluntad de que salga adelante. Nosotros nos adaptaremos. Solo queremos tener la seguridad de que podemos ir a trabajar con el material. Son muchas horas entrenando para que por estos temas se nos escape una oportunidad así”.

La arrasatearra, frustrada por no poder participar en una cita de campanillas, también mostró su contrariedad. “Es vergonzoso que, después de haber conseguido entrar en una competición como la Diamond League, tu esfuerzo, tiempo y trabajo dependan del azar y la suerte de quién te toca enfrente. Necesitamos una solución”, se quejó.