Mercedes lo ha vuelto a hacer. Mentiríamos si dijéramos que nos ha sorprendido -porque es una firma de la que cabe esperar lo mejor, así que cualquier interesado en el mundo del automóvil se acerca a sus novedades con la ilusión de un niño y las expectativas al máximo nivel-, pero con el nuevo GLE ha dado un salto cualitativo y cuantitativo de enorme alcance. Ellos lo definen como “la reinvención del pionero de los SUV de gama alta”, un modelo cuyo “diseño exterior destila vigor y prestancia, al tiempo que marca un nuevo récord de eficiencia aerodinámica en el segmento (Cx de 0,29)”.

Un dossier de prensa interminable, porque interminable es el listado de contenidos novedosos y de calado que encierra el nuevo GLE, obliga a centrarse en sus principales aportaciones: tren de rodaje activo E-Active Body Control basado en una red eléctrica de 48 voltios, nuevos mecanismos de asistencia a la conducción que incrementan el nivel de seguridad activa, un habitáculo más espacioso y confortable con tercera fila de asientos opcional, sistema de infoentretenimiento con pantallas de mayor tamaño y asistente interior MBUX capaz de reconocer los movimientos de las manos y los brazos de los ocupantes para anticiparse a sus deseos a la hora de realizar determinados ajustes. Más dinámico y cómodo que nunca, el tren de rodaje acftivo E-Active Body Control se combina con la suspensión neumática Airmatic para convertirse, apunta Mercedes, “en el único sistema disponible en el mercado capaz de regular de forma independiente las fuerzas de amortiguación y de suspensión en cada rueda. En combinación con el Road Surface Scan y la función de inclinación activa en curvas Curve, es la clave para un nivel inédito de confort. Y el modo para liberar las ruedas puede ayudar a salir a delante con el GLE en situaciones difíciles fuera del asfalto”, en las que juega un papel determinante la tracción integral 4Matic por su “elevada agilidad en carretera y excelentes prestaciones off-road”. Todas las versiones emplean la caja de cambios automática de nueve marchas 9G-Tronic y tracción total.

El capítulo mecánico es otro de los apartados estrella, con una gama completamente nueva de motores de gasolina de seis y ocho cilindros, propulsores diésel de cuatro y seis cilindros (estos últimos superan la homologación que entrará en vigor en 2020), amén de un híbrido enchufable de gran autonomía para más adelante. La oferta inicial incluye tres diésel y un gasolina, a la que se sumará la versión AMG GLE 53 4Matic, una máquina superlativa de gasolina con un motor de seis cilindros en línea con doble turbocompresor, 3.0 litros, 435 CV y 520 Nm, tracción integral completamente variable, programas de conducción y suspensión neumática AMG, 250 km/h de velocidad máxima, 5,3 segundos en el paso de 0 a 100 km/h y un consumo medio homologado de 9,3 litros a los 100 kilómetros. Maquinón.

En diésel, el 300d abre la puerta de los GLE (67.000 euros), con un cuatro cilindros de dos litros (1.950 cc), 245 CV, 500 Nm, 225 km/h, 7,2 segundos de 0 a 100 km/h y consumos medios de 6,1 a 6,4 litros. El propulsor de tres litros (2.995 cc) se ofrece en dos variantes: 350d (74.800 euros), con 272 CV, 600 Nm, 230 km/h, 6,9 segundos acelerando y gastos promediados de 6,9 a 7,5 litros; y 400d (84.800 euros), con 330 CV, 700 Nm, 240 km/h, 5,8 segundos para alcanzar los 100 km/h y consumos de 7 a 7,5 litros. El motor de gasolina, 450 (79.600 euros), es un seis en línea de tres litros (2.999 cc) con 367 CV, 500 Nm, dotado asistencia eléctrica adicional EcoBoost de 250 Nm y 22 CV, 250 km/h, 5,7 segundos para llegar a 100 km/h y gastos medios de 8,3 a 9,4 litros.

A la postre, el inventor de los SUV de gala alta crece en tamaño (4,924 metros de largura, 1,947 de anchura y 1,772 de altura) y distancia entre ejes (2,995 metros) para ofrecer un espacioso habitáculo de hasta siete plazas, aportar un gran maletero de 630 litros de capacidad, pero sobre todo cautivar por su belleza de todoterreno elegante y exclusivo, su sofisticación, tecnología de vanguardia, confort de berlina de superlujo, dinamismo impensable para sus dimensiones y peso en orden de marcha (de 2.165 a 2.265 kilogramos), asistencias que nos aproximan a una conducción cada vez más autónoma y segura, además de un equipamiento con propuestas sorprendentes. Un Mercedes que marca distancias.