Pamplona - La selección española masculina de waterpolo se enfrenta en los cuartos de final del Mundial de Gwangju (Corea del Sur) a Serbia, actual campeona olímpica y de Europa. Lo hace a primera hora de la mañana de hoy (7.00, Teledeporte) después de ganar dos de sus tres partidos de la primera fase por idéntico resultado (23-3 ante Sudáfrica y Nueva Zelanda) y perder el otro (13-11 ante Hungría), derrota que le condenó a disputar el pasado domingo una eliminatoria de octavos de final ante Japón que superó con solvencia (15-7). Fue en este último partido donde brilló el navarro Alberto Munárriz (Pamplona, 19/5/1994), autor de seis goles ante el combinado nipón -uno más que los cinco que había anotado en sus tres anteriores compromisos (dos a Sudáfrica y Hungría y uno a Nueva Zelanda)- y que ayer atendió la llamada de este periódico para anunciar que a su equipo le espera hoy un cruce complicado, pero no imposible.

España afronta un duelo decisivo, ya que está en juego el pase a semifinales, es decir, a la lucha por las medallas. Y a juicio de Munárriz, su equipo llega en buenas condiciones tras derrotar a Japón. “Era un partido complicado porque era la primera eliminatoria directa, es decir, o ganabas o te ibas a la calle, y además contra un rival que tiene un estilo de juego muy raro. En la fase de grupos habíamos tenido dos partidos relativamente fáciles y otro, contra Hungría, en el que no jugamos bien. Por eso, creo que el partido contra Japón fue una buena prueba que superamos con nota”, asegura el navarro. Fue un cruce de octavos de final que Serbia no tuvo que disputar al ser primera de su grupo y acceder directamente a cuartos, circunstancia que Munárriz no cree que vaya a influir demasiado en el encuentro de hoy: “Es verdad que ellos han descansado un día más, pero también lo es que nosotros hemos competido y ellos no. No sé si es mejor o peor, pero ha pasado así y no creo que por este motivo vaya a haber mucha diferencia en el rendimiento de unos y otros”.

Para Alberto Munárriz, que milita en las filas del Barceloneta, Serbia es un rival complicado, incluso aunque al Mundial de Gwangju haya acudido con numerosas bajas: “Probablemente sea el único equipo de este Mundial que pueda dejar en casa a seis jugadores que son de los mejores del mundo en sus posiciones y seguir teniendo un nivel como el que tiene. Estaba en un grupo muy difícil, con Grecia y Montenegro, y quedó primera. Ha demostrado que, pese a la juventud de sus jugadores y pese a que no sean los titulares de Serbia, han ganado todos sus partidos del Mundial y siguen siendo muy buenos”.

La cuestión es que, pese a las ausencias, la carta de presentación de Serbia asusta a cualquiera, puesto que es la actual campeona olímpica (ganó el oro en los Juegos de Río de Janeiro de 2016) y de Europa (se hizo con el título continental en Barcelona el pasado año). Y Munárriz no pasa por alto estos dos detalles. Tampoco otros: “Desde que juego a waterpolo no sé si ha habido otra época en la que una selección haya podido dominar más. Serbia ha ganado casi todo desde 2014, salvo el Mundial de Budapest de 2017, en el que perdió en semifinales, pero es una selección que siempre está ahí y es un país que tiene mucha cultura de waterpolo”.

Sin embargo, Alberto Munárriz, con sus casi dos metros de altura y sus poco más de 100 kilos de peso, no se arruga. Ni él, ni sus compañeros: “Tenemos ganas de jugar el partido contra Serbia. No nos hemos puesto techo, pero queremos ganar para poder luchar por las medallas, aunque somos conscientes de que va a ser un partido duro”. Revela el navarro que España llega bien al encuentro, con la moral alta y sin lesionados. “Este tipo de partidos son los que nos gusta jugar, partidos de waterpolo de verdad, contra rivales de alto nivel”, añade. Y termina con una reflexión personal: “Contra Japón me salió todo bien y ahora espera seguir ayudando al equipo de la forma que sea y a ver si con lo que aporte podemos ganar”.