Madrid - La selección española masculina de waterpolo, con el navarro Alberto Munárriz en sus filas, intentará volver a conquistar un gran título, en este caso el Mundial de Gwangju (Corea del Sur), en una final que le enfrenta a Italia (11.30 horas, Teledeporte) y a la que llega con el billete para los Juegos de Tokio de 2020 ya asegurado.

El Mundial de 2001 disputado en Fukuoka (Japón), donde reeditó el título de tres años antes en Perth (Australia), puso fin a una época dorada con el último gran éxito del waterpolo masculino español, que espera romper su sequía ante Italia.

Desde aquel éxito de los Jesús Rollán, Dani Ballart, Iván Pérez, Guillermo Molina y compañía en aguas japonesas, España sólo ha podido disputar dos finales de grandes citas y ambas perdidas: la mundialista de 2009 en Roma y la del año pasado en el Europeo de Barcelona.

Y las dos las conoce perfectamente David Martín, actual seleccionador y encargado de liderar el cambio que ha vivido el waterpolo masculino, hasta el año pasado a la sombra del auge del femenino. En Roma, como jugador, vivió la amarga derrota en los penaltis ante Serbia, sintiéndose “responsable” por no haber tomado la mejor decisión en un contragolpe decisivo; y el verano pasado, ya como técnico, sufrió otro revés ante los serbios.

Sin embargo, el exjugador ha cambiado la personalidad de un equipo que ha demostrado un gran carácter y un crecimiento para volver a codearse con las mejores selecciones del mundo. La plata del último torneo continental fue el primer paso de una confirmación culminada con esta final mundialista, sexta de la historia, y a la que ha llegado dejando por el camino a las poderosas Serbia y Croacia. España solo ha perdido un partido en el torneo: en la primera fase y contra Hungría, que perdió en semifinales con Italia y hoy juega por el bronce ante Croacia (a partir de las 10.00 horas y en directo por Teledeporte). - E.P.