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Correr se ha convertido en uno de los deportes más practicados por quienes semanalmente hacen alguna actividad física, aumentando así el número de participantes en pruebas de nivel. La práctica del deporte es, sin duda, un hábito saludable que no solo permite quemar calorías, tener un corazón más sano o presumir de una mejor tonificación de la musculatura. También es una terapia energética, desestresante, que mejora la calidad del sueño, aumenta la densidad de los huesos y hace que nos sintamos más felices. Sin embargo, es conveniente tomar una serie de precauciones. “Cada persona debe conocer si es apta para la práctica de la actividad deportiva que ejercita o pretende hacer, y sus límites”, indica la Dra. Uxua Idiazabal, médico cardiólogo de la Clínica San Miguel. Para ello, resulta recomendable someterse a un reconocimiento médico realizado por profesionales especializados.

Este tipo de pruebas permiten detectar cualquier enfermedad, lesión o patología cardiaca que pueda constituir un riesgo vital para el deportista. “Como cardióloga, considero recomendable la realización de un chequeo médico individualizado a deportistas que practiquen ejercicio de alta intensidad o competición y, más aún, si tienen factores de riesgo cardiovascular, antecedentes familiares de cardiopatía o muerte súbita a edades tempranas, detección de un soplo cardíaco que no ha sido estudiado o síntomas con el esfuerzo”, puntualiza.

Examen de aptitud

El Servicio de Cardiología de la Clínica San Miguel cuenta con un equipo médico cualificado para realizar las pruebas diagnósticas, así como de los medios y tecnología necesaria para estudiar al deportista. El reconocimiento médico consta, en primer lugar, de una historia clínica en la que se hace especial hincapié en los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, ser fumador, etc...) y se interroga sobre antecedentes personales y familiares; una exploración física en la que se procede a auscultar al paciente y medir la tensión arterial; una cineantropometría para valorar la composición corporal con la medición de la masa grasa y magra, entre otras; un electrocardiograma de reposo; una prueba de esfuerzo en cinta rodante para valorar la respuesta al ejercicio del deportista; y un ecocardiograma transtorácico para valorar la respuesta al ejercicio del deportista y visualizar la anatomía y función del corazón y poder detectar cualquier cardiopatía. Tras el examen, los cardiólogos emiten un certificado de aptitud para la práctica deportiva. De este modo, “el plan de entrenamiento del corredor puede adaptarse más fácilmente a las capacidades físicas del individuo y evitar cualquier tipo de lesión cuando se desarrolla un sobreesfuerzo, principalmente, en este tipo de competiciones”.

Los corredores que se inscriban en el IV medio maratón Zubiri-Pamplona/Iruña del próximo domingo 13 de octubre podrán beneficiarse de un descuento del 45% en la realización del reconocimiento en la Clínica San Miguel.

Conoce tu cuerpo. Escucha tu cuerpo y hazle caso, en muchas ocasiones nos avisa de que algo no funciona bien: en caso de que notes síntomas durante el entrenamiento o la competición como dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o mareo o pérdida de conocimiento debes parar y consultar con un médico.

Hidratación. Hasta 2 horas antes de la competición bebe bastante (1/2 litro de agua 1-2 horas antes) Durante el ejercicio, empieza a beber pronto, y con regularidad (cada 15-20 minutos aproximadamente). Toma líquidos antes de tener sed, porque éste es un síntoma tardía de deshidratación. Al finalizar, compensa las pérdidas de agua bebiendo en cantidad suficiente.

Alimentación sana y reservas a tope. Personaliza tu nutrición diaria con dieta variada y equilibrada, incluyendo las pautas de alimentación como parte del entrenamiento. No realizar deporte tras comidas copiosas. Durante la carrera, toma alimentos de aporte energético rápido. Tras la carrera, no tardes en comer/beber alimentos con alto índice glucémico.

Competir con sentido común. Entrenar de forma regular y constante. Aprovechar el deporte para divertirse y mejorar la salud.