El Kia Ceed da un salto hacia arriba, y no solo porque crezca en altura para dar forma a un nuevo modelo bautizado como XCeed, sino porque realmente parte de la misma base común, pero acaba convirtiéndose no solo en otro modelo, sino en un planteamiento de vehículo diferente. Confieso que el Ceed, y sobre todo tras probarlo en formato compacto con el motor de gasolina 1.4 T-GDI de 140 CV, me pareció un automóvil sobresaliente, ejemplar de lo que debe ser un turismo compacto hoy en día, pero el XCeed es otra historia, no ya mejor sino un escalón por encima en diseño exterior, calidad de terminación, cuidado por los detalles y placer de conducción y hasta de posesión.

En realidad, bajo el formato de nuevo crossover, que se asemeja a los SUV por su superior altura y a los cupés deportivos de alto nivel por sus formas redondeadas y estética agresiva y elegante al mismo tiempo, Kia ha dado un paso al frente para codearse con las marcas más selectas, sin que su precio se dispare. El nuevo XCeed es en cierto sentido un coche de capricho por lo exquisitamente planteado que está, con todo perfectamente definido y elaborado, en el que se disfruta tanto contemplándolo en parado como conduciéndolo o analizándolo en profundidad.

Su posición de conducción elevada contrasta con la configuración de carrocería cupé, en la que vas perfectamente encajado en unos excelentes asientos deportivos, con una dirección, frenos, suspensiones y respuesta dinámica que casan a la perfección con un turismo de altas prestaciones. Es ágil, divertido, manejable, estable, noble de reacciones, previsible y con un paso por curva realmente veloz, cualidades todas ellas propias de un deportivo, y sumadas a un elevado confort de marcha. Y luego, además, te permite verlo todo desde un puntito superior de altura, dentro de un habitáculo espacioso y con un maletero también capaz (426 litros). Siendo muy quisquilloso, cabría criticar su rueda de repuesto de emergencia, pero hasta esto es excusable cuando el neumático de la versión probada, la Tech, es un enorme 235/45 sobre llanta de 18 pulgadas, que seguro que restaría mucho espacio en el maletero.

La suavidad de marcha y la finura de funcionamiento están también a un nivel destacable, con un tacto de mandos y un silencio de funcionamiento muy logrados. Todo encaja y funciona a la perfección. Y en este contexto, aunque el motor de gasolina de acceso, el 1.0 T-GDi de tres cilindros, 120 CV, 172 Nm, 186 km/h y 6,4 litros de consumo medio, con cambio manual de seis marchas, es un convincente punto de partida, no nos podemos resistir a recomendarles que, si su economía se lo permite, se encaminen al gasolina 1.4 de 140 CV o a una de las dos variantes diésel, de 115 o 136 CV, lo mismo con caja manual que con la automática de doble embrague de siete marchas. Este cochazo se merece un motor no solo solvente, sino ya de cierto empuje y prestaciones superiores.

Respecto al equipamiento, Kia ha establecido cuatro niveles (Concept, Drive, Tech y Emotion) con unas dotaciones excelentes y que permiten que cada comprador se configure el XCeed que mejor se adapte a sus necesidades y deseos, por muy sibaritas que estos sean, lo mismo en seguridad y confort que en conectividad. Por último, el precio de partida con todos los descuentos y el Flexiplán de financiación lo deja en 16.192 euros en su acabado Concept y en 19.492 euros en la terminación Tech, dos tarifas superajustadas dentro de la Campaña Crossover que Kia mantiene hasta el 28 de octubre. Si les gusta el XCeed, no es cuestión de dejar pasar esta oportunidad de acercarse a verlo de cerca. Constituye todo un salto hacia arriba.

KIA XCEED 1.0 T-GDi