JJOO - La elección de Fukushima como punto de partida para el relevo de la antorcha olímpica de los Juegos de Tokio ha vuelto a poner el foco sobre los niveles de radiación que se dan en la región por la catástrofe nuclear de 2011. Tras su recorrido en Grecia, la llama olímpica llegará a Japón y comenzará un periplo hasta el encendido del pebetero el 24 de julio en Tokio. El Gobierno nipón quiere así dar protagonismo a una región que aún sufre los estragos del accidente nuclear. - Efe