- La Liga china de baloncesto femenino fue cancelada oficial y definitivamente hace cuatro días. El entrenador navarro César Rupérez (Pamplona, 17/7/1975), técnico principal de uno de los equipos participantes, el Shanxi Riu Flame, se lo confirma a este periódico en conversación telefónica. "Habíamos jugado todos los partidos de la primera vuelta y el primero de la segunda, por lo que aún nos quedaba toda la segunda vuelta y los play off, pero entonces llegó el parón de dos semanas por la celebración del Año Nuevo chino; y a continuación, la suspensión temporal por la emergencia sanitaria derivada de la propagación del coronavirus", recita Rupérez. Se refiere, cronológicamente, a lo que vivió en China a principios de año y a lo que a finales del pasado mes de enero le llevó a regresar a Pamplona, que es donde actualmente se encuentra viviendo "una especie de déjà vu". "Yo me fui de China cuando allí empezaba a producirse lo que está ocurriendo aquí", compara. Es decir, cuando se decretó el estado de alarma. Y es que el preparador navarro lleva mes y medio en la capital navarra y cuatro días confinado en casa de sus padres, María Villar y Eugenio, "porque cuando vengo a Pamplona suelo alquilarme un piso, pero esta vez no me ha dado tiempo".

Aunque comienzan a surgir noticias y rumores sobre la reanudación de algunas competiciones en el gigante asiático (el propio Rupérez ha escuchado que la Liga de baloncesto masculino podría retomarse a principios de abril y otras informaciones especulan con la opción de que ocurra lo mismo con la de fútbol), lo cierto es que la Liga china de baloncesto femenino ya está suspendida de forma definitiva. "Aunque a nuestro club no le han dado ninguna razón, supongo que será porque las chicas ya están clasificadas para los Juegos de Tokio 2020 y, aunque no existe una certeza de que se vayan a disputar este verano, no tendría mucho sentido que las jugadoras de la selección estuvieran disputando partidos oficiales días antes de la cita olímpica", opina el entrenador navarro, más preocupado, aunque no en exceso, por solventar algunos asuntos contractuales.

Rupérez fichó por el Shanxi el año pasado y aún le quedan dos años más de contrato, por lo que no teme que su continuidad corra peligro. "El club siempre me ha tratado muy bien, pero hay alguna cosa que solucionar", admite. Y va al grano. Por ejemplo, revela que todavía no ha cobrado la nómina del mes de enero porque "el país se para durante dos semanas con la celebración del Año Nuevo chino, aunque creo que en breve me ingresarán el dinero", y desvela que lo que negocia ahora a través de su representante es qué va a pasar con el tramo de temporada que ya no se va a jugar y qué va a ocurrir el próximo curso. "Aunque firmé para tres temporadas, mi contrato con el club es de ocho meses, del 15 de abril al 15 de agosto, y los otros cuatro son para mí en exclusiva: para vacaciones, para entrenar a la selección o para lo que yo quiera. Tengo un fijo estipulado, pero el problema es que no sé qué va a pasar con los bonus que tenía firmados por incentivos como número de partidos ganados o clasificación para una determinada ronda. Es mi quebradero de cabeza porque no hay referencias sobre suspensión de competiciones por una pandemia y no sé cómo se va a solucionar", expone. Y sobre su regreso a China maneja opciones, como "volver en mayo para planificar y lanzar los entrenamientos antes de irme de vacaciones", aunque matiza que "todo va a depender de cómo evolucione la crisis".

Dejando a un lado las cuestiones relativas al pasado y al futuro, César Rupérez se centra ahora en el presente, ese que, como al resto de ciudadanos, le tiene confinado en casa. Aunque no se considera el más adecuado para ofrecer consejos para afrontar el aislamiento de la mejor manera posible -"mi vida ha sido siempre estar fuera de casa", argumenta-, lo cierto es que se atreve a dar uno, muy genérico y que él mismo está intentando poner en práctica: "Ponerse una rutina, no dejarse llevar y hacer deporte". Y es que cree que "esto acaba de empezar y me parece que en casa se pueden hacer muchas cosas y eso va a ser importante mentalmente". "Dentro de cinco o seis días se comenzaremos a ver la capacidad de cada uno para aguantar este encierro", avisa.

Su rutina pasa por "ir a por el pan y el periódico y a hacer la compra para mis padres, que son actividades que aún están permitidas", a lo que añade algo de "deporte, trabajo y una pequeña siesta". Cuando se va acercando la noche, es el momento del ocio: "Tengo Netflix y acabo de terminar la última temporada de PeakyBlinders, aunque también estoy viendo Narcos y Élite". La lectura es otra de sus aficiones, "pero la tengo un poco aparcada porque me dejé en China casi todos los libros que tenía", mientras que tampoco se olvida del baloncesto: "Llevo de entrenador 12 años seguidos sin parar, incluidos los veranos, y es un buen momento para ver partidos y aprender cosas nuevas". ¿Un ejemplo? "El lunes vi una FinalFour de la Euroliga de hace cinco o seis años con David Blatt entrenando al Maccabi". Analizó una nueva defensa que tal vez aplique en el futuro.

"La Liga china de baloncesto femenino se ha cancelado, pero no la masculina ni la de fútbol"

"Lo más importante para estos días es ponerse una rutina, no dejarse llevar y hacer deporte en casa"

Entrenador navarro del Shanxi chino