- Desde hace dos semanas, decenas de pamploneses aficionados se las han ingeniado como han podido para poder practicar escalada dentro de las franjas horarias permitidas y sin salir del municipio. Una restricción de movilidad que desde el próximo lunes, con la entrada de Navarra a la fase 2 de desescalada, dejará de ser como tal, por lo que los pamploneses y los habitantes de municipios que todavía mantenían esta restricción podrán extender sus límites para practicar deporte más allá de la localidad.

La Ciudadela de Pamplona y las murallas exteriores de la capital navarra se han convertido en un rocódromo improvisado donde realizar el llamado boulder o escalada libre (sin cuerdas). Algunos bien equipados con pies de gato, y otros con el calzado deportivo habitual, pero todos con la misma intención, poder entrenar el deporte que les apasiona.

No es una novedad que la Ciudadela sirva como rocódromo improvisado. La práctica del boulder en el lugar es habitual, pero lo fue más en los años 80, donde el lugar se convirtió en un punto de encuentro y, en muchas ocasiones, de iniciación.

Así lo recuerda el presidente de la Federación Navarra de Montaña y Escalada, Martín Montañés, quien rememora cómo la Ciudadela fue, tanto para él como para muchos pamploneses, su escuela de aprendizaje. "Mucha gente en su día se inició en la Ciudadela escalando. En mi caso, en la década de los 80, cuando no había tanto vehículo y no se podía ir a Etxauri u otra zona cualquier día, era habitual. Yo mismo empecé escalando allí. Para ir a Etxauri, si no te llevaba algún mayor que tuviese coche, te pasabas horas escalando en las murallas. La Ciudadela servía de escuela", afirma Montañés.

"Allí hacíamos prácticas de escalada, entrenábamos con seguros flotantes, hacíamos rápel desde las garitas. Pero una vez fue declarado patrimonio esto dejó de hacerse salvo en la zona que actualmente está permitido hacer escalada. Era un sitio para entrenar y para conocer gente a la que también le gustaba la escalada y con la que organizabas salidas", añade el presidente de la Federación Navarra de Montaña, quien afirma, "ha sido un poco la vuelta a los orígenes de lo que muchos hacíamos hace décadas".

Un lugar emblemático de la capital navarra en el que, incluso, la Federación Navarra de Montaña llegó a organizar campeonatos de Boulder "que eran un éxito", recuerda Montañés.

Para muchos pamploneses, tras dos meses sin poder hacer deporte fuera de casa, la Ciudadela ha servido como una vía de escape y una alternativa a los rocódromos. Con los recintos deportivos indoor cerrados y con las restricciones en la capital navarra para practicar deporte fuera de los límites municipales, a diario se puede ver la misma imagen de decenas de deportistas entrenando en los muros de la Ciudadela.

Pero no todo está permitido en este enclave pamplonés. El Ayuntamiento de Pamplona mantiene unas restricciones para esta práctica, como la prohibición del uso de cuerdas y el uso de magnesio, un elemento que a largo plazo puede dañar la piedra y cuya utilización es incluso es sancionable. De hecho, durante los primeros días en los que se permitió la práctica deportiva al aire libre, la Policía Municipal ya advirtió a algunos ciudadanos que incumplían la norma del magnesio sin, por el momento, llegar a sancionar.

El lunes, con la entrada de Navarra en fase 2, los amantes de la escalada tendrán un nuevo escenario, ya que estará permitida el deporte más allá de los límites del municipio, algo que hasta ahora solo estaba permitido para los federados o deportistas de elite. Esta nueva situación permitirá acudir a zonas donde poder realizar escalada, pero siempre al aire libre, ya que los recintos que no lo sean continuarán sin estar accesibles para al público.

También desaparecerán, previsiblemente, las franjas horarias, una de las medidas más reclamadas por los montañeros, y que mantienen los municipios de más de 5.000 habitantes, 10.000 si la densidad de población es inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado.

Evitar riesgos en los entrenamientos. Desde la Federación Navarra de Montaña y Escalada hacen una serie de recomendaciones para practicar escalada en los muros de la Ciudadela. Sobre todo, y como medida de prevención principal, evitar la altura y seguir un recorrido horizontal. "La seguridad en los rocódromos no es la misma que en la Ciudadela. En los rocódromos existen colchonetas que en caso de caída amortiguan y, salvo que tengas una mala caída, el riesgo es mínimo. En la Ciudadela la caída es más fuerte. Lo recomendable es no coger mucha altura y hacerlo en horizontal. Sin estar muy elevado ya puedes entrenar la técnica gestual, los movimientos y la resistencia. Todo ello siguiendo además las normas sanitarias de distancia de seguridad", advierte el presidente de la Federación navarra de Montaña y Escalada, Martín Montañés.