El golf mundial tiene desde el domingo un nuevo monarca con el joven Jon Rahm de número uno, tras ganar el título del torneo Memorial, y convertirse en el segundo jugador español que lo consigue, el quinto más joven y el noveno europeo.

Rahm logró la hazaña y el gran sueño de emular a su inspirador y héroe deportivo, el legendario Severiano Ballesteros, quien el 27 de abril de 1986 hizo historia al ser el primer español que lideraba el golf mundial, puesto que llegó a ocupar por última vez el 2 de abril de 1989.

Ahora el golfista tiene en su haber 454,79 puntos por 415,57 del norirlandés Rory McIlroy, al que le cortó su reinado de 11 semanas consecutivas y 106 en su carrera, la tercera mejor marca desde que se estableció la clasificación.

Ni las condiciones climatológicas adversas en el campo Muirfield Village Golf Club, fuertes vientos y lluvia desde el hoyo 9, ni todas las emociones que había acumulado antes y durante la semana del torneo impidieron a Rahm conseguir su gran sueño, ser el número uno del mundo y unirse a Ballesteros.

Rahm, de 25 años, durante las declaraciones posteriores a la cadena de televisión CBS, tras haber logrado el triunfo en el Memorial con 279 golpes (-9), reveló que había perdido a dos miembros de la familia por el coronavirus, y que las cenizas de su abuela se extendieron en Madrid el sábado pasado.

“Soy una persona que procesa las cosas, así que después del hecho, honestamente, podría afectarme en un par de días o un par de semanas”, comentó Rahm. “Pero cada vez que puedo unirme a la historia española con Seve, es increíble. Estoy feliz por mi familia, feliz de poder hacerlo por mi madre, mi abuela y el resto de la familia”.

Rahm, que le sacó tres golpes al veterano estadounidense Ryan Palmer, segundo clasificado 282 puntos (-6), y se llevó un premio de 1.674.000 dólares (1.464.000 euros) y 500 puntos para la FedEx Cup, admitió que había tenido una de sus mejores actuaciones como profesional.

“Una de las mejores actuaciones de mi vida”, destacó Rahm. “El sábado, fue probablemente una de las mejores rondas de mi vida y terminé el domingo con algunos altibajos. Como español, me alegra que haya sucedido de esa manera”.

La victoria, primera de la temporada, fue la cuarta en el PGA Tour, y su primer triunfo desde el Clásico de Zurich de Nueva Orleans la temporada pasada.

La salida del domingo también fue la primera en la que terminó entre los 25 mejores desde que el juego se reanudó el mes pasado después del paréntesis covid-19.

El triunfo de Rahm fue alabado por las grandes figuras como el legendario Tiger Woods, quien participaba por decimoctava vez en el torneo, que ha ganado cinco veces, y dijo que nunca había jugado en las condiciones tan difíciles como las que se dieron durante todo el torneo.

“Estas fueron algunas de las condiciones más difíciles que he jugado en mucho tiempo”, reconoció Woods. “El domingo el campo de golf se hizo más rápido. Fue difícil acercar la pelota, y de ahí que los puntajes finales no fuesen bajos”, analizó Woods, quien acabó en el puesto 40, con 294 golpes (+6), los mismos que tuvo el español Sergio García.

De ahí, que también hubiese lugar a la polémica con Rahm de protagonista cuando en el hoyo 16 consiguió lo que fue definido por el nuevo campeón del Memorial como el mejor del torneo, que le permitió lograr un birdie, que sería provisional.

Más tarde se le impuso una penalización de dos golpes, sin embargo, después de que los oficiales determinaron que había aplastado la hierba y su bola se movía cuando la abordó antes del tiro, algo que Rahm dijo que no vio ni sintió.

“Mi valoración de lo sucedido es que tuve mi mejor golpe en la oportunidad de juego corto que se me presentó en el torneo”, destacó Rahm en CBS. “Golpeé un par de buenas esta semana, pero eso fue increíble. Para que eso entrara, era exactamente lo que necesitaba”.

Sin embargo, los jueces, no pudieron quitarle la magia ni la genialidad de su golpe detrás del green, pero si sancionarlo con dos menos, que hicieron que el birdie se transformarse en un bogey.

Pero sobre todo, birdie o bogey, fue un ganador, un tiro que habría enorgullecido a Ballesteros.

“Todavía no puedo creerlo, no voy a mentir”, dijo Rahm a Nicklaus desde el green número 18.

Rahm no tenía idea del problema surgido hasta después de su ronda, pero aceptó la penalización cuando vio un vídeo que se enfocaba en la pelota.

“No cambia el resultado del torneo”, destacó Rahm. “Solo le pone un poco de asterisco, en el sentido de que desearía poder mantener ese birdie porque fue uno de los mejores tiros de mi vida, de verdad”.

La consolación para Rahm con la polémica la tuvo en el hecho que su golpe fue similar, pero desde un ángulo diferente, al de Woods desde detrás del green número 16 cuando también ganó el Memorial por quinta vez en la edición del 2012, la última vez que el exnúmero uno del mundo se proclamó campeón del torneo.

Ranking mundial de golf

El campeón del Memorial confesó que era “bastante surrealista” pensar que aquel sueño “ha sucedido así de rápido, en menos de 10 años”.

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El vizcaíno ha ganado once torneos como profesional. El domingo ganó su cuarto Torneo Memorial del PGA Tour y se colocó en el número uno del mundo.