El motor de todo equipo siempre es el centro del campo. El que consigue que haya equilibrio entre un ataque potente y una defensa sólida, o todo lo contrario. En Osasuna, el doble pivote ha estado muy asentado durante estas tres últimas temporadas.El retorno a Segunda División sirvió para descubrir a un gran mediocentro como Lucas Torró, que llegó tras otro buen año en Oviedo. Fue acompañado por un Fran Mérida que fue el segundo máximo goleador rojillo, lo que dice mucho sobre ese Osasuna de Diego Martínez.

Con la llegada de Jagoba Arrasate, la ficha de Torró se cayó tras su marcha a Alemania. Sin embargo, la reconversión de Oier al doble pivote fue una de las claves para que Osasuna empezase a arrancar y a cimentar un ascenso contundente. Íñigo Pérez, fichado junto a Jagoba, no pudo aportar todo lo que quiso por culpa de las lesiones. Además, Luis Perea empezaba a apuntar alto.

Dos piezas valiosas aparecieron en el regreso a Primera División. Darko, fichado del Betis, sustituyó a Mérida como acompañante habitual de Oier, y rindió a un nivel sobresaliente en todo momento. Aunque la irrupción de Jon Moncayola no se puede olvidar en absoluto: un gran comodín para Arrasate.

Ahora, de cara a la campaña del Centenario, estas seis piezas, todas de calidad, confluyen para un puzle en el que Antonio Otegui y Jaume Grau, que también apuntan alto, se encuentran. Muchas opciones a elegir, un bendito problema para Osasuna.

competencia sana

El fichaje de Lucas Torró y su vuelta tras una difícil etapa en Frankfurt abre un debate sobre los dos pivotes titulares. El de Cocentaina era un jugador más posicional antes de su adiós en 2017, pero él mismo reconoció que ha aprendido a jugar unos metros por delante, a ser lo que se llama un box to box, por lo que podría ocupar las demarcaciones tanto de Darko como de Oier.

Otro detalle interesante será ver la adaptación de Torró a la Primera División española, donde todavía no ha debutado -lo hizo en Bundesliga-. Lo que es claro es que el rendimiento de los dos pivotes titulares el año pasado, más el de Moncayola y el propio Torró, hace prever una pugna muy sana para hacerse por los dos puestos, y que aumentará aun más los registros que puede emplear Jagoba Arrasate.

Íñigo, ¿a la banda?

En todo este plan es difícil ver a un fino estilista como Iñigo Pérez fuera. El txantreano tuvo partidos excelsos sobre todo tras la vuelta del confinamiento, cuando el reparto de minutos era mayor, pero lo cierto es que en un planteamiento tan físico como el de Arrasate, no es casualidad que Darko y Oier se impusiesen.

Ante el problema existente en el lateral zurdo y la polivalencia del navarro, no sería imposible verle jugando en la banda izquierda, tanto en la defensa como más adelantado. De extremo lo hizo en cuatro encuentros de esta temporada.

Lo que es seguro es que Jagoba cuenta, y mucho, con Iñigo, aunque sea como revulsivo en las segundas partes. El calendario, que tan apretado viene, podría dar más tiempo de juego al ex del Numancia, que se ha ganado el cariño de la plantilla y la afición.

la reválida de perea

Para uno de los ocho nombres, esta pretemporada puede ser clave de cara al desarrollo de su carrera. Ese es el de Luis Perea. El centrocampista madrileño apuntó maneras durante la última campaña en Segunda, y su media temporada cedido en el Alcorcón ha sido saldada con muy buena nota.

Se le prometió realizar la pretemporada entera, algo que será así, y aunque podría ser cedido antes de que cierre el mercado el 5 de octubre, lo cierto es que la secretaría técnica le tiene en gran estima y confían en su progresión.

Su contrato finaliza en 2022, por lo que habrá mucha paciencia a la hora de decidir si tiene futuro o no en el equipo. Durante la pretemporada pasada, además, Arrasate lo probó como central ante las bajas que había en esa zona, algo que le puede hacer ganar enteros en caso de cualquier emergencia, aunque es un flanco más que cubierto. Su perfil tan físico podría venir bien en una campaña que será larga.

grau y otegui saldrán

Por último, los que peor lo tienen son Jaume Grau y Antonio Otegui, que estos dos últimos años apenas han gozado de protagonismo -Grau fue fichado el verano pasado para salir cedido de manera inmediata-.

El pivote valenciano ya cuenta con ofertas de cesión para volver a salir cedido a Segunda. Son de Lugo (donde estuvo el año pasado), Sabadell y Cartagena, en una pelea por el jugador que todavía no se ha resuelto, y de hecho Grau no ha empezado la pretemporada ante su inminente salida.

Por Otegui, un jugador muy bien considerado en categorías inferiores y que ha rendido muy bien en Segunda B, no han salido tantas proposiciones, tras no tener minutos en el Numancia, donde comenzó como titular habitual pero luego se diluyó mucho. Saldrá en este mercado.

Oier Sanjurjo. 34 años. Contrato hasta 2021. 29 partidos disputados el año pasado, 27 de titular.

Darko Brasanac. 28 años. Contrato hasta 2022. 31 partidos jugados de Liga, 27 de titular.

Lucas Torró. 26 años. Contrato hasta 2024. Con el Eintracht, 7 partidos jugados en Bundesliga.

Jon Moncayola. 22 años. Contrato hasta 2024. 27 partidos jugados, 15 de titular.

Íñigo Pérez. 32 años. Hasta 2022. 22 partidos, 11 de titular.

Luis Perea. 22 años. Hasta 2022. 18 partidos con el Alcorcón.

Antonio Otegui. 23 años. 2022. 19 partidos con el Numancia.

Jaume Grau. 23 años. Hasta 2022. 27 partidos con el Lugo.