- Tal día como ayer, hace ocho años, Lewis Hamilton anunció que dejaría McLaren para correr en Mercedes. Lo que vino después es una de las mayores épocas de dominación en la Fórmula 1, y sigue en vigor. Sin embargo, el británico, al filo de batir todos los mayores registros del Gran Circo, es inconformista, no encaja bien las decisiones basadas en el reglamento que se interponen en su camino hacia el trono de Michael Schumacher.

En el GP de Rusia, Hamilton recibió dos penalizaciones de 5 segundos, cada una de ellas impuesta por cada una de las dos veces que practicó salidas en una zona prohibida. La pena le privó de luchar por una victoria -lideraba la carrera- que le hubiera permitido igualar el récord de 91 triunfos que ostenta Schumi. Asimismo, fue sancionado con 2 puntos en su Superlicencia, un carné que empieza con el contador a cero y que, al llegar a 12 puntos mediante maniobras peligrosas durante las carreras, deja al piloto sin correr en la siguiente prueba. En el caso de Hamilton, pasaba a tener 10 puntos. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), encargada de dictaminar las sanciones, al principio contempló imponerle 4, a razón de 2 por cada prueba de salida fuera del lugar adecuado. Luego redujo la pena a 2 al considerar excesivo el privarle de una carrera. Al final, la FIA, tras reunirse con el piloto y su equipo, determinó que el error fue de Mercedes y no de Hamilton, por lo que decidió retirar la pena de puntos y optó por una sanción económica al equipo, al considerar que este fue el responsable de no indicar debidamente dónde debía probar Hamilton las salidas. Así lo explicó el director de carrera de la FIA, Michael Masi.

Y es que Hamilton preguntó a su equipo, mientras salía del pit-lane para dirigirse a su puesto en la parrilla de salida, si podía practicar arrancadas más allá de la zona indicada por la FIA, puesto que el área estaba llena de goma. El equipo dijo que sí, pero, como admite para Motorsport.com el director de ingeniería de pista de Mercedes, Andrew Shovlin, "No nos habíamos dado cuenta de lo lejos que iba a llegar (fuera de la zona permitida)". "No vimos la primera (práctica) y cuando vimos la segunda, pensamos: 'Eso no les va a gustar", admitió. "Cuando vimos la posición del coche, no nos sorprendió que no les gustara. Sin duda, podía haber equipos que se enojaran", reconoció Shovlin. El coche no estaba en paralelo a las líneas del pasillo de salida del pit-lane, lo cual hace que la práctica sea aún más peligrosa para otros coches.

Hamilton, sin embargo, se mostró enojado. "Tendría que volver atrás y ver cuáles son las reglas o qué hice mal exactamente. Estoy bastante seguro de que nadie antes ha recibido dos penalizaciones de cinco segundos por algo tan ridículo. No puse a nadie en peligro, he hecho esto en un millón de pistas y nunca había pasado esto", bramó para Sky Sports. Acto seguido, insinuó que la sanción tiene conexión con el hecho de haber subido al podio de Mugello con una camiseta reivindicativa -lo cual se prohibió de ahí en adelante- que pedía el arresto de los policías que "mataron" a la ciudadana Breonna Taylor. "Era de esperar. Están tratando de detenerme o algo así, ¿no? Pero está bien, solo necesito mantener la cabeza baja, concentrarme y veremos qué pasa al final de la temporada", dijo. La FIA se defendió ayer de las acusaciones de Hamilton y aseguró que se le trató "como a los otros 19 pilotos". El comisario Mika Salo fue más explícito en el Ilta-Sanomat: "¡Y una mierda! Esto de ninguna manera es cierto. Todos tienen las mismas reglas".