Está escrito que Novak Djokovic será el tenista con más títulos en la historia del Grand Slam. Parece cuestión de tiempo que supere todos los registros y el primer escalón lo tendrá hoy (15.00 horas, Vamos), cuando se enfrente a Matteo Berrettini para sumar su sexto Wimbledon, el vigésimo major en total.

Desde el principio era el rival a batir y nada ha cambiado desde entonces. Incluso su posición se ha reforzado. Del resbaladizo Djokovic del primer día, el que cedió su primer set del torneo, ya no queda nada. Desde aquel tropiezo contra Jack Draper, no ha vuelto a perder un solo set. Se ha impuesto con solidez y llegando solo en dos ocasiones al tiebreak.

Lleva 20 triunfos consecutivos en el All England Club, su mejor racha, y puede lograr el primer trébol, junto a los títulos de 2018 y 2019. Su bagaje en finales es casi impecable, con cinco ganadas y solo una perdida.

Y este título, además, supondría una piedra más para el Golden Grand Slam, una marca única en el tenis y que no ha logrado nadie hasta el momento. La gesta de ganar los cuatro Grand Slam y la medalla de oro olímpica en el mismo año, solo al alcance hasta ahora de la alemana Steffi Graf en 1988. Ni siquiera Rafael Nadal y Roger Federer han podido conseguir este registro, siendo su tope los tres títulos en un mismo año.

Su paso a la gloria solo tiene un último obstáculo, un Matteo Berrettini que ya es historia para su país, puesto que es el primer italiano en llegar a una final de Wimbledon. Su camino ha sido apacible, sin un solo top ten en el camino, pero lleva un mes al máximo nivel. Comenzó con el título en Queen's, el mayor de su carrera hasta el momento, y lo ha coronado con esta final, a la que llega con solo tres sets perdidos y como el mejor sacador del torneo.

El transalpino ha colocado 101 aces, y solo ha perdido cinco veces el servicio, ganando 95 de los 100 turnos de saque que ha tenido. Se le opone un Djokovic que ha logrado romper el 29 % de los saques de sus oponentes y que ha ganado el 38 % de los puntos de break que ha generado.

El serbio tiene a favor su vasta experiencia en estos partidos, además de un cara a cara favorable de dos victorias por ninguna derrota, con el último precedente en los cuartos de final de Roland Garros. Berrettini, con que su falta de presión, ante una final que parece decantada desde hace dos semanas, le ayude a cuajar el partido perfecto.