Sergio Fernández Roda (1/4/1993) ha quedado eliminado en la primera ronda de los 400 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Tokio. El navarro, lastrado por las lesiones, ha terminado en la madrugada de este viernes séptimo en la segunda serie con una marca de 51.51, muy lejos de su mejor registro personal (48.87). “No estoy satisfecho con la carrera, pero no se puede pedir mucho más. He luchado hasta el final con el corazón”, ha explicado Sergio Fernández al término de la prueba.

No ha podido ser. Sergio Fernández no estará en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio, su gran objetivo de la temporada. El navarro lo ha dado todo en la pista (puede que incluso más de lo que tenía), pero las reiteradas lesiones le han impedido ofrecer su mejor versión y ha quedado eliminado en una de las pruebas con mayor nivel de todos los Juegos.

El león de Barañáin ha saltado a la calle cinco del Estadio Olímpico de Tokio con molestias y lleno de incógnitas, llegando a dudar incluso de si podría concluir la prueba. Muchos temores y una única certeza: que había trabajado al máximo para llegar lo mejor posible a Tokio y que daría el cien por cien en los próximos 400 metros. Como el físico no le acompañaba, ha tenido que tirar de puro corazón. Así lo ha hecho saber en su presentación televisiva antes de la prueba, con varios golpes en el pecho llenos de rabia.

Tras el pistoletazo de salida, Sergio Fernández ha vivido un auténtico suplicio desde la primera valla. Con problemas en los apoyos iniciales, ha visto desde el primer obstáculo cómo le pasaba como una exhalación por su izquierda el jamaicano Jaheel Hyde, que terminaría ganando la serie con holgura (48.54). Descolgado del grupo y lejos de los cuatro primeros puestos que daban el pase a semifinales, Sergio Fernández ha seguido corriendo crispado, incómodo, sufriendo. Pese a todo, ha sacado a relucir su pundonor y su talento para evitar el último puesto de la serie en un gran esprint final.

No se le podía pedir más, porque que estuviera en Tokio con solo un entrenamiento en el último mes era ya un auténtico milagro. “Veníamos con muchas dudas. Ya en el calentamiento no sabíamos qué iba a pasar. Llevo prácticamente desde el Campeonato de España sin poder correr por una tendinopatía que me da mucha guerra. El objetivo era intentar recuperarme cuanto antes para poder acumular entrenamientos y volver a estar más o menos a ese nivel. Creo que con eso hubiéramos podido pelear por las semifinales. Como mínimo hubiera pasado una ronda, pero la realidad es que los entrenamientos no han ido como esperábamos”, ha reconocido.

Además, Sergio Fernández ha querido agradecer el apoyo de familiares y amigos durante este complicado periodo de lesiones. “Creo que tengo un entorno magnífico y todo esto va por ellos. No me he rendido nunca y eso ha sido gracias a mi familia, mis amigos, mi grupo de entrenamiento y toda esa gente que nos apoya de una manera más indirecta. He luchado hasta el final con el corazón. Creo que siempre soy muy crítico conmigo mismo y esta vez también. No estoy satisfecho. Evidentemente, no puedo estarlo con el resultado de la carrera. Pero sí que lo estoy con otras muchas cosas como por seguir insistiendo a pesar de todos los problemas que he tenido, por no rendirme y por día tras día seguir haciendo todo lo que estaba en mis manos. He sido fiel a mí mismo, he luchado con honor y he hecho todo lo que he podido”.

El navarro, que lleva siete años entrenando en Madrid (de la mano de Jesús Álvarez hasta hace siete meses), ha mostrado su intención de cambiar de aires para la próxima temporada. “Toca cerrar una etapa, que creo que ya era hora. En Río de Janeiro fui undécimo con 23 añitos casi sin comerlo ni beberlo. Evidentemente, mi cabeza a partir de ahí empezó a pensar que, con esa edad y años de entrenamiento por delante, podíamos estar en una final. Hay nombres aquí mismo que ahora son talla mundial y que corrían con nosotros. No estoy diciendo que fuera a estar ahí, pero es evidente que cuando se entrena se mejora. A lo largo de este tiempo he tenido muchísimas lesiones, muchos obstáculos en el camino y me ha causado a nivel emocional unas luchas internas bastante exigentes. Toca plantear nuevos objetivos, de otras maneras y cambiar de aires. Ahora me toca pensar en mi futuro. Quizás me vuelva a casa y también he solicitado la beca en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Si pudiera entrenar sin molestias, me gustaría seguir apostando por esto al máximo. Quién sabe si más adelante podremos aspirar a algo más”.