Pamplona - No hay quién pare a Haizea Zamora y Elena Agulló, y la mejor prueba de ello es que el próximo sábado pondrán rumbo a Barcelona para participar, entre el 14 y el 20 de octubre, en una nueva edición del Mundial absoluto de pelota, que va a ser el tercero para la primera, pamplonesa de nacimiento, y el cuarto para la segunda, natural de Santa Cruz de Tenerife pero afincada en Pamplona desde hace cuatro años. Son las dos únicas representantes de Navarra en la selección -los otros 12 deportistas navarros de la lista de convocados son hombres- y ambas se han ganado una plaza en el equipo de la modalidad de paleta cuero en trinquete. Todo un éxito para ellas porque, como revela Zamora, “ha sido muy duro”. “Hemos dejado muchas cosas de lado para poder llegar lo mejor posible al Mundial y ha sido una preselección muy igualada en la que cualquiera de las seis que peleábamos por alguna de las cuatro plazas disponibles podíamos haber sido elegidas”, matiza.

Pero la cuestión es que van a acudir a Barcelona con la selección por derecho propio y después de un gran esfuerzo, sobre todo en el caso de Elena Agulló, que va a disputar el Mundial ocho meses después de haber estrenado maternidad. “Vine a Pamplona por amor hace cuatro años y actualmente sigo aquí con mi marido y con mi hija”, explica, motivo que ha elevado sus dificultades para poder acudir a Barcelona. “Este año la preparación ha sido la más dura de todas porque he sido madre hace ocho meses y he tenido que esforzarme y sacrificarme mucho a todos los niveles para recuperarme y estar en las mejores condiciones y a un alto nivel”, añade, aunque puntualiza que, “aunque ya he disputado muchas competiciones internacionales, estoy muy contenta de haber superado este gran reto para mí”.

Es cierto que Agulló afronta su cuarto Mundial absoluto, pero va a ser el primero en el que participe como trinquetista, puesto que su especialidad es el frontenis. En las tres citas anteriores se colgó sendas medallas de plata y persigue mantener la racha en Barcelona. “Este año nuestro objetivo es, con la ilusión de siempre, llegar a lo más alto y estar en el podio”, anuncia, mientras señala a las pelotaris de Argentina y Francia como “las rivales más fuertes” que se van a encontrar.

Elena Agulló es fisioterapeuta, pero, al trabajar como autónoma, “tendré que seguir pagando mi cuota a final de mes aunque esté disputando el Mundial”. En cambio, Haizea Zamora sí que va a disponer de unos días libres. “Me he cogido vacaciones”, relata la navarra, que aprovecha para “agradecer el apoyo de la Federación Navarra de Pádel -donde trabaja- y a todos los que me han estado animando y dando fuerzas en todo momento y a los patrocinadores que me ayudan a que pueda seguir compitiendo: Deportes Zariquiegui, Entrena a la carta, Bullpadel, Carpintería Garaikoetxea y La Ferretera Navarra”.

Aunque la decisión de que el Mundial de Barcelona vaya a ser el primero abierto a profesionales -al menos en algunas modalidades- no tenga afectación entre las féminas -“porque las mujeres no podemos serlo”, recalca Agulló-, ambas pelotaris se muestran favorables a la medida porque, a juicio de Zamora, “hará que suba el nivel, aunque también me da pena por los pelotaris que se han quedado fuera”. La navarra también se acuerda de Maite Ruiz de Larramendi, que a sus 45 años sigue en activo, aunque hace escasas fechas anunció su renuncia a competir con la selección y será la gran ausente en el Mundial. “Es una pena, pero la entiendo, aunque no descarto que vuelva en el futuro”, advierte y vaticina.

Para concluir, las dos representantes de Navarra en el Mundial desvelan cuáles son sus amuletos. “Siempre que juego de rojo llevo puesta una muñequera roja de Osasuna”, revela Haizea Zamora, seguidora acérrima del conjunto navarro. “Siempre llevo una toalla pequeña que me regalaron en mi primer Mundial”, añade Elena Agulló. De ellos echarán mano para asaltar el podio en Barcelona.