sus 20 años, la vida de Irati Igoa se divide entre los frontones y los campos de fútbol. Sin olvidarse de los estudios, la navarra consiguió su primera medalla en un Campeonato de España de pala el pasado domingo.

"Yo fui a competir y para rato pensaba que iba a llegar a la final", admite Igoa, que reconoce que, una vez llegó a la final, "quedaba mejor ganando, pero sabía que la contrincante era dura y difícil, pero estoy contenta".

La zaguera del club Gure Pelota logró subirse al segundo escalón del podio nacional tras disputar la final del Campeonato de España de Federaciones sub-22, en la especialidad individual de paleta goma, competición que se desarrolló en la localidad valenciana de Canals desde el pasado jueves. Igoa cayó derrotada en la última eliminatoria ante la representante murciana Ingrid Ruiz por dos juegos a cero (15-8 y 15-9).

"Empezamos el jueves dos partidos de liguilla con los que me clasifiqué para cuartos de final, que se jugaban el sábado a la mañana, las semifinales por la tarde y la final tuvo lugar el domingo por la mañana. El viernes en mi caso descansé", menciona.

El pasado domingo, en su primera final de un Campeonato de España, Irati Igoa se despertó sin nervios. La palista tenía "motivación y ganas de jugar, porque el mío era de los últimos partidos del día. Nerviosa no estaba, porque no me suelo poner nerviosa casi nunca, pero con muchas ganas. Me sentí muy bien, empecé a jugar como yo sé, con mi juego y empecé ganando. Pero ella, que tiene más experiencia, le dio la vuelta al primer set. Y en el segundo, que fue más parejo porque íbamos dos tantos arriba una, dos arriba otra, también lo ganó".

Sin embargo, al acabar el partido, todo lo que recibió en el móvil fueron mensajes de felicitaciones. "La gente que estaba orgullosa de mí por llegar hasta aquí", menciona Igoa, que a nivel nacional esta es la primera medalla de su palmarés, a pesar de que a nivel de Navarra o País Vasco, ya cuenta con varios premios.

Pero la vuelta a la competición no ha sido fácil después del confinamiento. "A la hora de entrenar, como no podíamos salir de casa, hacía físico para no perder la forma y ya cuando podíamos salir tenía al lado de casa frontón, porque vivo en un pueblo pequeño (Etxarri), intentaba mejorar sola e ir entrenando poco a poco. Al principio costó".

Misma situación le sucedió con el fútbol, su otra pasión. Ambas, la pala y el fútbol, comenzaron en su pueblo, cuando Irati Igoa era pequeña. "Hay un club de pala en el pueblo, un día me dejaron una pala para probar. Empecé a los siete años y hasta ahora", recuerda Igoa, mientras que con el fútbol, "empecé con los chicos del pueblo y los de mi cuadrilla. También empecé a jugar en el pueblo, pero por edad pasé con las chicas y hasta ahora". En ambos deportes ha pasado por las selecciones navarras.

Sin embargo, Irati nunca ha dejado de lado los estudios. De hecho, en su día tuvo que verse obligada a descuidar una de sus dos pasiones. "Cuando empecé Bachiller en Ordizia, no tenía tiempo para todo y dejé de competir en pala, solo entrenaba. Al año siguiente, que vi que podía con todo, regresé", apunta.

Tanto el fútbol como la pala llega a la recta final de la temporada. Con el Mulier, Igoa desea lograr la permanencia en Primera Nacional en un año "que ha sido duro", mientras que en la pala se prepara para el Campeonato de España que tendrá lugar en Mendillorri. Y, quién sabe, si el desenlace será igual, o mejor.

"El día de la final no estaba nerviosa, sino que tenía muchas ganas y motivación por jugarla"

Palista y jugadora del Mulier