En agosto de la pasada campaña, cuando la pelota a mano había regresado a los frontones después de tres meses de ausencia y peleaba por estabilizarse con el Masters CaixaBank, Baiko Pilota anunció que renovaba el contrato de Aimar Olaizola, que en noviembre cumplió 41 años. La empresa bilbaína y el delantero de Goizueta prorrogaban su vinculación durante, al menos, una campaña más. Es decir, que la vida deportiva del pelotari navarro, una leyenda viva, se iba alargar hasta diciembre de este curso. "Con esta edad poner objetivos de jugar durante tres o cuatro años más es en balde. Lo más importante es tener buenas sensaciones y continuar así", explicó entonces. Llegó a las semifinales del Masters con Zabaleta y después cayó en la final del Parejas de 2020, un campeonato aletargado por la pandemia y la huelga de pelotaris de Baiko.