El transporte, como se ha demostrado en la crisis sanitaria, juega un papel imprescindible en la cadena de suministro, sobre todo, en la distribución de alimentos. Sin embargo, para que lleguen a los destinatarios finales en las condiciones perfectas para su posterior consumo requieren ser transportadas en unas condiciones óptimas.

Para ello, resulta esencial y obligatorio aplicar las normas para el transporte de alimentos perecederos. El transporte de alimentos frescos nos induce a pensar en el transporte en temporada controlada, pero no solo los alimentos necesitan este tipo de transporte, otros productos como las comidas precocinadas o incluso los productos farmacéuticos necesitan también ser transportados y manipulados en un ambiente de "temperatura controlada". Este tipo de transporte tiene una legislación y regulación de obligado cumplimiento para todos los operadores que realizan estos servicios; deben de ser capaces en todo momento, no únicamente de cumplir la norma vigente, sino de responder a las necesidades específicas de cada producto que los clientes solicitan que sean transportados.

Exigencias

La norma por la cual se rigen este tipo de transporte es el Real Decreto 1202/05, que debe cumplir el transporte de alimentos perecederos para asegurar que todo llega en perfectas condiciones desde el lugar de carga hasta el lugar de descarga, así como todos los movimientos que la mercancía puede sufrir durante su transporte. Los vehículos que se dediquen a este tipo de transporte deben llevar una placa identificatíva de la ATP; la ATP (Acuerdo sobre transportes internacionales de mercancías perecederas y sobre vehículos especiales utilizados en este transporte) está vigente desde el año 2015 y es quien se encarga de regular toda esta situación con el fin de garantizar al destino final que los productos lleguen en condiciones adecuadas.

"Los productos deben estar siempre en el valor de temperatura constante y, para eso, el transporte tiene que ofrecer un servicio integral sin que se rompa la cadena de frío, manteniendo ese valor de temperatura durante la carga, el transporte y la descarga de la mercancía", explica Ibai Díaz, responsable de la empresa Isofret. Para cumplir estos requisitos, se exige contar con vehículos isotermos, vehículos con caja cerrada mediante paneles, puertas, suelo, y techo que limitan el intercambio de calor entre el interior y el exterior, y que permiten poder mantener la cadena de frío, y en consecuencia mantener las propiedades del producto transportado.

Sin embargo, "en la mayoría de las ocasiones la cadena de frío no se mantiene en óptimas condiciones. Debería haber un mayor control de las autoridades en el transporte y una mayor exigencia por parte del consumidor en la recepción de los alimentos y productos congelados, perecederos o farmacéuticos, entre otros".