NISSAN MURANO DIÉSEL Placeres confesables
EL SUV NIPÓN aporta CON EL 2.5 DCI LAS PRESTACIONES, ECONOMÍA Y PLACER DE CONDUCCIÓN DE LAS MEJORES BERLINAS
ES cierto que la terminación Acenta del modelo probado esta semana, un Nissan Murano 2.5 dCi 190 CV Tekna Sport Automático, rebaja la tarifa de compra en unos apreciables 4.000 euros, pasando de los 47.150 a los 43.150 euros, pero también lo es que en el acabado intermedio -hay uno superior, Premium, que ya tira la casa por la ventana- encaja mejor que ningún otro con la filosofía de todocamino de lujo, rutero, elegante, de fascinante diseño exterior, excelente terminación, brillantes prestaciones y elevado confort de marcha que caracteriza a esta nueva versión diésel del Murano.
Asimismo, a pesar de la presencia de la palabra Sport en su presentación, y tal vez por la tranquilidad y facilidad de manejo que aporta el cambio automático, que también siempre nos relaja un poco frente a la tarea de conducir, no es un coche que invite a ir de carreras, sino más bien a disfrutar sin excesivas prisas de la ruta, ya sea en ciudad, carretera o autopista.
Bien mirado, cualquier conductor no necesita tanto coche, en prestaciones, equipamiento o confort, pero luego la realidad es que todo lo que aporta este Murano se disfruta de verdad. Sin ir más lejos, el día que más tiempo libre tuvo este redactor para poder rodar con el Murano sin condicionante alguno salió lloviendo a mares. Así que busqué carreteras en otros lares, y acabé rodando en la vecina provincia de Álava por tramos de montaña con el firme francamente deteriorado, intimidatorios barrancos a ambos lados de la carretera y un cielo que seguía descargando agua como si llevara meses sin hacerlo. Y es entonces cuando agradeces estar a los mandos del Murano 2.5 dCi Tekna Sport.
Es en esas circunstancias tan incómodas con cualquier otro coche normal, estándar o económico de precio, cuando valoras lo que es tener un motor de 190 CV a 4.000, 450 Nm a 2.000 vueltas, 210 km/h de velocidad punta, 10,5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y tracción a las cuatro ruedas con bloqueo del diferencial central, porque eres consciente de que llevas una mecánica y una transmisión capaces de sacarte de cualquier situación comprometida del tráfico, con un nivel de seguridad activa de primera. Y es también entonces cuando disfrutas de la conducción sin estar pendiente de la palanca de cambios, aunque también admite un modo secuencial manual, porque la transmisión automática hace este trabajo por ti y de forma ejemplar. Todo apoyado por un propulsor silencioso, refinado, potente y económico de consumo (10,1 litros en ciudad, 6,8 en carretera y 8,0 de promedio).
SE VIVE POR DENTRO A los automóviles les ocurre como a las viviendas, que en muchas ocasiones seducen a sus compradores por el aspecto exterior, sin pensar éstos que donde luego van a pasar las horas es metidos en su interior. El Murano, por el contrario, te cautiva con su imagen externa, ya que es realmente bonito y espectacular, pero a la vez cuando uno se adentra en su habitáculo la sensación sigue siendo igual de placentera y convincente.
Amplio, confortable, lujoso, bien terminado, con excelente visibilidad, una lograda posición de conducción y todo a mano, incluido un apreciable maletero. Toda una delicia. Sólo siendo muy quisquillosos cabe criticar la unión del revestimiento interior del techo con la luna delantera y la de ésta con la plancha del salpicadero, así como otros detalles mejorables como la rueda de repuesto de emergencia -hay sitio para una normal- y la antena a rosca. Éstas son las únicas críticas que cabría hacer a un automóvil que por todo lo demás se antoja irreprochable, eso sí, teniendo en cuenta que estamos hablando de un SUV de grandes dimensiones, muy agradable de manejar, pero que a la hora de aparcar exige atención porque con 4,860 metros de largura, 1,885 de anchura y 1,720 de altura, éstas no son precisamente las cotas de un utilitario urbano tipo Micra. De todos modos, tanto en ciudad como en carretera y autopista destaca por su facilidad de manejo. No es un modelo de carácter deportivo, si bien su respuesta dinámica es convincente y noble, aunque para rodar realmente rápido en tramos con abundancia de curvas el supereficaz Qashqai se muestra más adecuado.
Para terminar, otro de los puntos fuertes del Murano Tekna Sport es su sobresaliente equipamiento. Un automóvil que incluye, entre otros muchos elementos, tracción total All-Mode 4X4, ABS con asistente de frenada y distribución electrónica, control de tracción, diferencial de deslizamiento limitado, seis airbags, reposacabezas activos, anclajes Isofix, faros bixenón, antiniebla delanteros, climatizador dual, climatización en las plazas traseras, retrovisor interior antideslumbramiento, asientos delanteros con reglaje eléctrico y calefactados, tapicería en piel, dos tomas de 12 voltios, red de maletero, barras en el techo, spoiler trasero, retrovisores exteriores térmicos y abatibles eléctricamente, dos tubos de escape cromados, luces traseras de leds, llantas de aleación con neumáticos en medidas 235/65 R18, sistema de navegación con pantalla táctil, conexiones para iPod y USB, control de crucero, cámara de visión trasera y lateral, llave inteligente, Bluetooth, reconocimiento de voz y sensor de lluvia, es como para catalogarlo de auténticamente lujoso y sofisticado. Son los placeres confesables al volante de un excelente vehículo como es el Nissan Murano 2.5 dCi Tekna Sport.
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