LOS que superamos ampliamente la cuarentena estamos viendo cómo el mercado español de motocicletas regresa a planteamientos comerciales que creíamos superados y que recuerdan a los vividos en la segunda mitad de los años setenta del pasado siglo. La crisis -entonces la del petróleo y ahora la financiera-estafa en la que nos encontramos inmersos- hizo que lo que se vendiera a finales de los setenta y comienzos de los ochenta fueran motocicletas utilitarias, asequibles, polivalentes, baratas de mantenimiento, de bajo consumo y relativamente dinámicas. Los scooters -entonces Vespas y ahora en su mayoría de 125 cc, debido a la convalidación con el carné de coche, y también de 300 a 650 cc, aunque en menor medida- y las motos consideradas utilitarias o de cilindrada media -en el pasado eran las 250 de carretera y ahora lo son las de 500 y 650 cc utilizables con el carné A2, que limita la potencia a menos de 50 CV- se han erigido en las grandes protagonistas. Todo el mundo, salvo BMW, que parece jugar en una liga superior con sus trail y turismo, acusa la crisis, y muchos reclaman ya un PIVE para el sector.
A continuación repasamos algunas, no todas por falta de espacio, de las más importantes novedades de motos y scooters superiores a 125 cc. La primera de ellas es la Kymco K-XCT 300i, un modelo ya la venta por 3.990 euros (en todos los casos se le ha de sumar el coste de la matriculación) que representa a la perfección el nuevo estilo que se impone en este segmento y también entre los compradores de nuestro país. Se trata de un scooter de carácter deportivo, ágil en ciudad, brillante en carretera merced a su buen comportamiento, con ruedas de 14 y 13 pulgadas y un estudiado chasis, y apto para desplazamientos por autopista gracias a su rendimiento (28 CV), buenas prestaciones (su velocidad máxima se situará en torno a los 140 km/h) y moderados consumos. Este Kymco es confortable, suficientemente amplio para dos usuarios, dispone de hueco para dos cascos y posee un diseño exterior y un equipamiento que dejan bien claro el alto nivel de esta firma, que en nuestro país lleva dos años seguidos siendo la segunda marca que más motocicletas vende.
Otro modelo destacable entre los nuevos scooters de 300 cc es el Forza de Honda, fabricante que está realizando un importante y acertado despliegue de modelos con sus nuevas CB 500 naked, sport y trail. El Forza 300 (4.699 euros y 5.129 con ABS) aprovecha el sobresaliente, en prestaciones y fiabilidad, motor del Scoopy 300 y lo aloja en un chasis de scooter convencional con ruedas pequeñas (14 y 13 pulgadas) en lugar de las de 16 del superventas Scoopy. Este elegante Forza, ahora con 26 CV, amplía así la escasa capacidad de carga del Scoopy y aporta un confort de marcha muy superior sumado a la tradicional calidad Honda. El tercero de los nuevos grandes scooter es el Yamaha X-Max 400 (5.799 euros), que toma el motor del Majesty 400 (31 CV) y aporta el dinamismo y la estética de los excelentes scooters deportivos de Yamaha para crear un sobresaliente producto, muy adecuado para la ciudad, brillante en carretera y perfectamente válido para grandes desplazamientos; un scooter redondo y que va a tener una excelente acogida.
Por último, entre las motos de rueda alta merece una mención especial la KTM Duke 390, una monocilíndrica de 44 CV y solo 139 kilogramos de peso que hará las delicias de los conductores deportivos que no renuncian a la seguridad (con ABS de serie), la economía de consumo y el bajo precio de adquisición (4.989 euros). Un juguete.
SUZUKI INAZUMA 250 No podíamos concluir este reportaje sin aprovechar la oportunidad que nos ha brindado el concesionario de Suzuki en Pamplona (MotoSport) para darnos una vuelta en su nueva Inazuma 250 (3.899 euros), una máquina que representa a la perfección esta filosofía de moto utilitaria que tanto imperó en el mercado nacional en el pasado y que ahora vuelve con fuerza.
La Suzuki Inazuma es una motocicleta de rueda alta (17 pulgadas) provista de un motor de dos cilindros, 248 cc, 24 CV a 8.500 rpm, 22 Nm de par máximo a 6.500 vueltas y caja de cambios de seis marchas. Con 170 kilogramos de peso en vacío, una velocidad máxima cercana a los 140 km/h y consumos situados entre 3,5 y 4,5 litros, dependiendo del uso menos o más exigente del motor, se trata de un vehículo excelente para la ciudad y más que suficiente para la carretera. Dotada de una estética entre clásica y moderna -el frontal se inspira en la naked deportiva B-King 1300 y la zaga con su doble escape cromado y el amplio asiento de dos plazas apunta al elegante estilo sport-turismo marca de la casa- y completada por un confortable y amplio puesto de conducción, con la manos y las piernas en una posición nada forzada y excelente para reaccionar en ciudad y disfrutar en carretera durante muchos kilómetros, se trata de un producto dirigido a un amplio espectro de usuarios.
Otro detalle muy de agradecer es su completo y claro cuadro de instrumentos, con abundante información y detallazos con el indicador de marcha engranada -algo muy de agradecer dada la sorprendente elasticidad y buena respuesta de este pequeño propulsor- y un testigo que nos informa de la eficiencia de nuestra conducción. Solo echamos de menos un indicador de temperatura de motor, mejor que el testigo de calentamiento.
En ciudad, al igual que en maniobras en parado, además de la buena posición de conducción, también por la baja altura de su asiento, se agradece su manejabilidad y la excelente respuesta del bicilíndrico. Suave, silencioso, refinado, progresivo y lineal -casi eléctrico diríamos-, convence tanto como su precisa, rápida y agradable caja de cambios. Además, la respuesta a bajo y medio régimen es sobresaliente para su cilindrada: admite rodar por debajo de 50 km/h en sexta marcha y a menos de 4.000 rpm y el motor recupera limpiamente. Por carretera, aunque no desborde, también cumple suficientemente (a 7.500 vueltas vamos a 100 km/h de marcador). Entonces será cuando echemos de menos una pantalla que nos libre del azote del viento, accesorio al que este redactor sumaría el caballete central (muy aconsejable para engrasar la cadena) y un baúl trasero para guardar el casco y transportar pequeños objetos. A la espera de que en el futuro llegue con ABS -un signo de los nuevos tiempos-, esta Inazuma recupera lo mejor de los viejos setenta, pero con la más moderna tecnología y la tradicional calidad de Suzuki. Un acierto seguro.