Pamplona. Los incentivos funcionan. Las ventas de coches crecieron en Navarra un 12% en julio, de tal manera que en los siete primeros meses del año los concesionarios navarros han vendido ya 4.328 coches, un 4,9% más que el año anterior. Un aumento que se ha consolidado en los últimos meses y que responde a la puesta en marcha de subvenciones al cambio de vehículos viejos por otros nuevos.

Estas ayudas -2.000 euros para cambiar coches con una antigüedad mínima de 10 años y vehículos industriales a partir de siete años-, han reactivado un mercado que llevaba casi dos años en caída libre. Y lo han hecho en el momento en que más los necesitaban los concesionarios, porque prácticamente el 80% de las ventas resultan de acogerse al plan PIVE (Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente), que cerró hace unos días su segunda edición y que cuenta con una tercera cuyos fondos quizá vuelvan a ser ampliados, tal y como reconocía ayer el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro "Sus efectos son muy beneficiosos", dijo en referencia a la renovación del parque móvil.

Este PIVE 3 cuenta con unos 70 millones de euros de dotación presupuestaria, frente a los 50 del PIVE 2, que sirvió para financiar unas 2.000 operaciones en la Comunidad Foral. En toda España, según los datos que aporta el sector, el plan generó una demanda adicional de unos 50.000 vehículos, con una recaudación extra para Hacienda de unos 185 millones de euros.

En julio, un mes que acusa en sus cifras la incidencia de San Fermín, se matricularon en Navarra 599 coches, una cifra que sigue estando muy lejos de la de un año boyante, pero que supone un aumento significativo respecto a los 535 del año pasado. Y confirma, asimismo, una tendencia que se apuntaba con anterioridad, pero que el actual plan de incentivos parece haber agudizado: cada vez son más los coches que no pasan de los 120 gramos de CO2 por kilómetro. Ya suponen más de la mitad de los que se han vendido en los siete primeros meses del año, con un crecimiento de casi el 60% respecto a 2012. Por el contrario, los coches con mayores emisiones, entre los que se encuentran los de alta cilindrada (deportivos y todoterrenos) experimentan una evolución muy diferente: entre 141 y 159 gramos caen un 37%, un descenso que se acerca al 60% en los que superan esta cifra.