pamplona - La dirección de BSH Electrodomésticos anunció ayer a los comités de las factorías de Esquíroz y Villatuerta el traslado de la producción de esta última a la primera después de la elaboración del estudio de competitividad para las dos plantas de Navarra, informaron ayer fuentes sindicales.
La multinacional fabrica frigoríficos en Esquíroz, con unos 600 trabajadores, y lavavajillas compactos en Villatuerta, con una plantilla de unas 97 personas.
La dirección prevé que el traslado se culmine a principios del próximo año para así el 1 de febrero de 2015 comenzar a producir los lavavajillas compactos en Esquíroz. Para ello va a acondicionar una zona de la planta de la Cendea de Galar que en estos momentos prácticamente no se utiliza. Las instalaciones de Esquíroz suman 52.000 metros cuadrados útiles sobre una superficie total de 194.000. La fusión de ambas plantas no va a suponer un desembolso económico importante, según detalló la dirección a la parte social ya que se va a transportar la maquinaria de Estella hasta Esquíroz y parece ser que las nuevas instalaciones se encuentran preparadas para ello, según desvelaron ayer fuentes sindicales. Con esta unificación, la dirección pretende evitar el incremento de sus costes fijos.
25.000 lavavajillas en dos meses La multinacional calcula producir entre septiembre y octubre 25.000 lavavajillas para acumular un stock suficiente para cubrir la demanda de este producto durante el periodo del traslado de una planta a otra. Para ello, la factoría planea incluso trabajar sábados para lograr este objetivo.
Fuentes sindicales detallaron que entre finales de año y principios de 2015, BSH tiene la intención de que los trabajadores de Estella no acudan a la factoría mediante medidas de flexibilidad contempladas en convenio o por el disfrute de vacaciones.
El estudio de competitividad repercute directamente en los cerca de 97 trabajadores de la factoría de Estella, quienes se reubicarán en Esquíroz.
La dirección manifestó que no quiere que esta fusión de plantas perjudique a los empleados, aunque no profundizó sobre cómo se va a desarrollar esta movilidad geográfica y la adecuación de las condiciones laborales, tanto tablas salariales como derechos sociales. Y es que la factoría de Esquíroz y de Estella se rigen por convenios de empresa diferentes. Los primeros tienen vigente su pacto hasta el 31 de diciembre de 2015 y los segundos hasta 2016.
Sin embargo dejó caer que los trabajadores de Estella puede que vayan a Esquíroz con su convenio y sin servicio de autobús y sin compensación económica por kilometraje al trasladarse hasta el centro de trabajo desde Estella, manifestaron otras fuentes sindicales. Todavía estas cuestiones tienen que tratarse entre la dirección y comités.
El pasado 28 de febrero, la multinacional convocó a los representantes de los trabajadores para comunicarles su intención de llevar a cabo esta fusión y propusieron a la parte social que formara parte de la elaboración de esa plan de competitividad. En ese momento, los diferentes sindicatos, integrantes de estos comités, rechazaron la posibilidad de colaborar en los objetivos de la empresa y defendieron la permanencia de las dos factorías.
Escasamente 24 días después de anunciar BSH sus intenciones a los comités, el director general de BSH Electrodomésticos España, José Longás Pellicena, y el director del área técnica del grupo en España, José Juste Pallarés, se reunieron con la presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina, para exponer el plan estratégico del grupo para las plantas navarras. En ese encuentro, los representantes de BSH manifestarían a Barcina su intención de llevar a cabo este reordenamiento en los próximos meses.
En la misma reunión, Longás y Juste informaron a la presidenta del Ejecutivo las últimas contrataciones de trabajadores temporales para atender el aumento de producción en Esquíroz. La factoría de frigoríficos calcula producir este año unos 530.000 unidades, un 20% más que en 2013 debido al repunte en el mercado nacional por la promoción de una gama de productos amoldados a la actual situación de crisis y por la caída de Fagor y al crecimiento de la demanda en el exterior por la petición de artículos de alta gama, principalmente en Alemania y en el norte de Europa. El aumento de pedidos ha propiciado la contratación de más de cien eventuales en Esquíroz en estos cuatro meses, que se unen a cerca de los 600 que integran la plantilla. A partir del próximo año, en Esquíroz la compañía la compondrán unos 700 trabajadores fijos.
adiós a 70 años en estella Con esta decisión, BSH pone punto y final a 70 años en la Ciudad del Ega. En 2009, presentó su nueva línea de producción para fabricar lavavajillas compactos, en la que invirtió 12 millones de euros y que ahora va a instalar en Pamplona. En los últimos años, la factoría de Villatuerta, que también se ha dedicado a la fabricación de bombas de calor para secadoras, ha padecido prejubilaciones y despidos. Esta planta llegó a sumar 600 empleados, que hace cinco años descendieron a 200 y que ahora apenas llega al centenar, recordaron fuentes sindicales.
Con este plan de competitividad, la presencia física de BSH se concentra en Esquíroz y en Huarte.
28-2-14. La dirección comunica a los comités de Esquíroz y Estella su intención de unificar las dos plantas.
Primera semana de marzo. Los dos comités rechazan participar en la elaboración del plan para llevar a cabo esta acción.
24-3-14. Encuentro entre los representantes de BSH España y la presidenta Yolanda Barcina para informarle del plan estratégico de la compañía en las plantas de la Comunidad.
5-5-14. La multinacional comunica a la parte social de ambas factorías cómo se va a llevar a cabo dicha fusión.
700
Con el cierre de la planta de Villatuerta, BSH sumará cerca de 700 trabajadores en Esquíroz, los 600 actuales y los cerca de cien de BSH Estella. Con esta medida, la factoría de Villatuerta pone fin a cerca de siete décadas de actividad en la Ciudad del Ega.