TRW acumula un beneficio de 101 millones en España entre 2011 y 2014
El comité rechaza que la planta de Pamplona no sea competitiva y plantea negociar un plan de inversionesTRW ha decidido fabricar en Polonia las direcciones del próximo Polo
Pamplona - TRW Automotive, multinacional de propiedad alemana que ha amenazado con desmantelar la planta de Pamplona, ha obtenido de su actividad en España un beneficio cercano a los 101 millones de euros entre 2011 y 2014, último ejercicio del que se puede consultar la cuenta de resultados. La firma no presenta resultados desagregados por plantas, si bien la de Landaben, con 620 trabajadores, supone casi un 30% del total.
El comité de empresa de la factoría echó mano de estos datos para denunciar el modo en que la multinacional ha planteado la negociación del convenio, “poniendo un ERE de extinción sobre la mesa”, sin cuantificar el número de trabajadores afectados y exigiendo una rebaja en las condiciones. Lo contrario, ha dicho, supondría abocar a la planta navarra a su cierre. Según los datos aportados por los trabajadores, entre 2011 y 2014, y extraídos del registro mercantil, la multinacional habría sumado unos beneficios de 101 millones de euros y habría repartido 59 millones de euros en dividendos, además de contar en 2014 con una reservas de 102 millones. En ese último ejercicio, la multinacional facturó en España 416,30 millones de euros, con un resultado bruto de explotación, de 28,3. Pedro Larrea, representante de LAB, aseguró que estos datos demuestran que TRW es “una de las empresas con una salud más robusta de Navarra”.
Por su parte, Richar Ocaña, de UGT, aseguró que estas cifras prueban que “ha habido beneficio durante los tres últimos años y reparto de dividendos entre los accionistas, grandes salarios a los directivos” mientras se recortan “condiciones en favor del empleo”. “Se nos mete en una guerra en la que la competitividad de los costos es a través de bajar los salarios de los trabajadores”, criticó Ocaña. “El objetivo es imponernos otro modelo de negociación. No quieren negociar, quieren imponer”, añadió.
El comité de empresa en pleno (siete de CCOO, cuatro de UGT, tres de LAB, dos de ELA y uno de CGT) compareció ayer para mostrar unidad y fijar su postura. “Estamos dispuestos a negociar una viabilidad de la planta con productos e inversiones concretas encima de la mesa”, dijo David Marcalain, de CCOO, quien exigió el cumplimiento del plan industrial “ya acordado e incumplido”. En 2013, señaló, se alcanzó un acuerdo que suponía “devolver a la planta de TRW a ratios de competitividad que harían atractiva a esta planta para atraer nuevas producciones” y en el que “se recogieron dichas producciones que suponían 321 puestos de trabajo, 260 de ellos a diez años y de nueva tecnología, la eléctrica”.
El comité entiende que la empresa no ha cumplido su parte y que está dejando a la planta de Landaben al margen de la tecnología eléctrica, llamada a copar buena parte del mercado. Junto a ello, TRW habría decidido trasladar a Polonia la producción de los amortiguadores del Polo A07, que se debe fabricar a partir de junio de 2017. Este contrato da empleo a unos 150 trabajadores de la fábrica navarra.
El comité respondió también a la “falta de competitividad” alegada por la empresa para justificar el expediente. Y señaló que el coste salarial representa apenas entre el 6% y el 8% del coste de fabricar una dirección, ya que la mayor parte de estos son “compras de material a otras plantas de la multinacional”. Los trabajadores responsabilizaron a la dirección local de Pamplona de haber conducido a la fábrica a la actual situación y aseguraron que Paul Parnham, principal directivo, ha llegado a Pamplona en condición de “reestructurador”. La misma tarea que, dicen, desempeñó en Livorno (Italia), donde se cerró la planta.
apuntes
Clientes variados. TRW fabrica en Landaben direcciones para camiones y para coches, por lo que cuenta entre sus clientes con firmas como VW, Seat, Skoda, Ford, Fiat, Ferrari y Maserati, así como Volvo, Scania y Daf.
Otras plantas. TRW, que fue adquirido el año pasado por la alemana ZF, cuenta en Navarra con plantas en Corella y en Egüés.