pamplona - El fallecimiento de José Ángel Sánchez Asiaín, el histórico presidente del Banco Bilbao que pilotó la entidad financiera hacia el futuro, cierra definitivamente una época en el sector financiero español. Su figura trasciende de su labor en el banco vasco y en la fusión con su primo hermano, el Vizcaya. Fue, junto a Pedro Toledo, el primer copresidente del BBV y abrió la lata para las operaciones de concentración bancaria en el Estado.

Llegó a la cumbre sin pertenecer a las históricas familias vizcaínas de banqueros y una vez allí modernizó el sector introduciendo productos como la tarjeta de crédito. También facilitó la transformación del sector al negarse a mantener el oligopolio de los siete grandes, los bancos que dominaban el panorama en los años 80, un club en el que estaba el propio Banco Bilbao. Sánchez Asiaín (Barakaldo, 1929) falleció el día de Noche vieja en Madrid. Pedro Luis Uriarte, otro histórico del Banco Bilbao que tuvo un peso importante en la fusión, contextualiza su figura en el entorno en el que se movía la banca en los inicios de la democracia.

Visión de futuro “Si tuviera que definirle en pocas palabras diría que fue un innovador radical. Cambió las formas de hacer banca, la visión de los productos, la configuración de los equipos directivos, las estructuras de poder... Fue un hombre intelectual y por ello supo adelantarse a su tiempo, a los cambios que traía la Comunidad Europea y la evolución de la sociedad. Tenía una visión penetrante de futuro”, explica el exvicepresidente de BBVA.

Asiaín ingresó en el Servicios de Estudios del Banco de Bilbao en 1954, y tras un parón de seis años en los que dirigió la secretaria técnica del Ministerio de Industria, volvió en 1962 al banco como director general. Doce años después fue nombrado presidente del consejo. Para entonces ya había introducido la tarjeta de crédito en la entidad y había puesto en marcha un sistema de préstamos instantáneos para los consumidores. También había lanzado la Campaña de la Mujer cuando las mujeres necesitaban permiso de sus maridos o padres para abrir una cuenta bancaria.

Tras ganarse la confianza de Neguri y con las riendas del banco en las familias, Asiaín alineó al banco con lo que intuía que era el futuro. Uno de los primeros pasos fue negarse a acudir a las reuniones mensuales de los siete grandes, cónclaves donde los banqueros más importantes del Estado pactaban los pasos que se daban en el sector.

“Él rompe con aquel tipo de conductas, que podían tener una explicación histórica y justificable, pero que ya no se adaptaba a los tiempos modernos”, apunta Pedro Luis Uriarte. Aquellos 7 bancos eran Banesto, Central, Hispano-Americano, Bilbao, Vizcaya, Santander y Popular.

Sánchez Asiaín dinamitó esa concertación en 1987 con la primera Oferta Pública de Adquisición (OPA) de España. El cuarto banco del ránking lanzó un OPA sobre el primero, Banesto. El Banco Bilbao contaba con el apoyo del Gobierno de Felipe González, pero el intento, que un principio era amistoso, fracasó porque Mario Conde aprovechó la oportunidad para hacerse con la presidencia de Banesto y maniobró para evitar la alianza. Sin embargo, Asiaín tenía claro que el futuro del banco pasaba por ganar tamaño y lo volvió a intentar con el Central-Hispano. En este caso, la alianza no fue posible porque no hubo acuerdo en torno al reparto de poder con el presidente de BCH, José María Amusátegui.

Con la lección bien aprendida, el equipo directivo del Banco Bilbao miró al otro lado de la Gran Vía y buscó al que seguramente era su socio natural: el Banco Vizcaya. Sánchez Asiaín y Pedro Toledo alcanzaron un acuerdo en muy poco tiempo. Apenas tres meses después de la OPA a Banesto, Asiaín había encontrado pareja de baile y la boda estaba concertada. “El resultado fue BBV, un banco líder de todo el sistema financiero y que a partir del año 1994, intentó un proceso de transformación profunda hasta convertirse en uno de los banco más internacionalizados y de más valor del mundo”, subraya Pedro Luis Uriarte.

Después vino la fusión con Argentaria (1999) y la marca BBVA, de la que Uriarte fue consejero delegado y vicepresidente. Sin embargo, la huella de Asiaín ha ido siempre por delante. “José Ángel empezó todo esto en el año 1987 y en menos de diez años, su obra, la semilla que puso en el Banco de Bilbao como elemento transformador profundo de la banca se había convertido en realidad, en un BBV internacional, con más de 100.000 personas en plantilla y un futuro”, destaca Uriarte.

Sánchez Asiaín abandonó la presidencia de aquel Banco Bilbao Vizcaya en 1990 tras perder la lucha por el poder con Emilio Ybarra, pero siguió como consejero y presidente de la Fundación BBV. Cargos que también ocupó durante algún tiempo en BBVA siempre con lealtad.

“En las cumbres del poder los vientos siempre son tormentosos. Y alguno de esos vientos le afectó a José Ángel de una forma absolutamente injusta. Pero como consejero fue inteligente y buena persona para no poner ningún tipo de zancadillas o críticas a su sucesor, sino apoyarle siempre pensando en el bien del banco, de sus trabajadores y sus accionistas”, subraya el exvicepresidente de BBVA.

Pedro Luis Uriarte destaca en cualquier caso su perfil humano: “Era una persona que merecía la pena, una figura irrepetible que pese a sus éxitos era entrañable, humilde y sencillo”. Otro exdirectivo del BBVA, el actual presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, destacó que Asiaín ha sido toda una institución y un referente en el sistema bancario español, en el que ha desarrollado una trayectoria reconocida por su perfil técnico e innovador”. Procedente del Banco Vizcaya, Villalabeitia no tuvo la oportunidad de trabaja con el primer presidente del BBV, sin embargo, reconoció en declaraciones a este periódico que siempre ha “sentido una gran admiración personal y profesional” por él.

El actual presidente del BBVA, Francisco González; el que fuera su número dos y actual primer ejecutivo de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y prsidente de Caixabank, Jordi Gual, destacaron ayer el carácter innovador de Asiaín. El portavoz del Gobierno central, Iñigo Méndez de Vigo, se refirió a él como “un banquero ilustrado”.

Economista y profesor. José Ángel Sánchez Asiaín nació el 1 de marzo de 1929 en Barakaldo. Se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Comercial de Deusto y se doctoró en Dinero y Finanzas por la Universidad Central de Madrid. También se diplomó en Periodismo por la Universidad Menéndez y Pelayo. Ejerció como profesor de Hacienda Pública en la Universidad de Deusto y fue catedrático en las universidades de Valladolid y Bilbao.

Salto a la banca. En 1954 ingresó en el Servicios de Estudios del Banco de Bilbao, donde permaneció hasta que en 1962 pasó a dirigir la Secretaría General Técnica del Ministerio de Industria. Seis años después reingresó en el Banco de Bilbao como director general y en 1974 fue nombrado presidente del consejo de administración de la entidad. Llegó a formar parte de las delegaciones españolas del Banco Mundial y el FMI.

Banco Bilbao Vizcaya. En enero de 1988 firmó, junto con el presidente del Banco de Vizcaya, Pedro Toledo, el protocolo de fusión de las dos entidades, que concluyó en junio de ese año, cuando ambos pasaron a ser copresidentes del Banco Bilbao Vizcaya (BBV). En enero de 1990 Sánchez Asiaín manifestó su decisión de renunciar a la presidencia del banco aunque siguió como miembro del consejo.

Expediente. En 2002 el Banco de España abrió un expediente contra BBVA por la ocultación de 225 millones de euros en paraísos fiscales durante 13 años. Sánchez Asiaín estuvo implicado como perceptor de unos planes de pensiones opacos pero fue exculpado en 2003 por la Audiencia Nacional.