pamplona - A falta de apenas un mes para cumplir los 92 años, el Banco Popular ha concluido su andadura en solitario inmerso en una crisis bursátil y de solvencia que ha obligado al propio BCE a subastarlo al mejor postor, que en esta ocasión, y como casi siempre, ha sido el Banco Santander. La caída del Popular, que previsiblemente mantendrá la marca durante algún tiempo hasta que se ejecute definitivamente la integración en su nuevo propietario, deja al ya mermado sistema bancario español con un competidor menos.
El Banco Popular fue constituido el 14 de julio de 1926 bajo la denominación de Banco Popular de los Previsores del Porvenir, con un capital inicial de diez millones de pesetas (60.000 euros). Años más tarde, en febrero de 1947, optó por el nombre de Banco Popular Español y en ese momento el capital social sumaba 100 millones de pesetas (600.000 euros).
La década de los 60 fue de crecimiento y desarrollo frente a la de los setenta, donde el sector bancario sufrió más la crisis, aunque el Popular no perdió su sitio de privilegio entre los más grandes de la banca española. A mediados de la década de los setenta, con la supresión en 1974 de las restricciones sobre la implantación y expansión de oficinas bancarias, el grupo Popular inició una expansión nacional duplicando en cuatro años el número de sucursales. El banco se codeaba en los 60, 70, 80 y 90 del pasado siglo con los grandes bancos españoles en igualdad de condiciones y a sus famosas reuniones asistía con voz y voto junto al Banco Hispanoamericano, el Bilbao, el Central, el Santander, el Banesto y el Banco Vizcaya.
A partir de 1972 fue Luis Valls Taberner, miembro del Opus Dei, el que se sentaba en esa silla y el encargado de dirigir los designios del Popular en la que pudo ser su mejor época, en la que también muchos de sus directivos y accionistas eran miembros del Opus Dei. Durante muchos años, el Banco Popular fue el referente para los expertos y analistas como el banco mejor gestionado y el más rentable, dado que seleccionaba muy bien a su clientela y tenía una gran base de pequeñas y medianas empresas como clientes. En las dos últimas décadas ha permanecido entre los primeros bancos en España, aunque siempre inmerso en rumores sobre una posible adquisición, algo que sus directivos y propietarios negaban de manera reiterada.
La crisis financiera internacional golpeó también al Banco Popular, como al resto de banca española, pese a lo cual llevó a cabo la adquisición del Banco Pastor en 2010 bajo la presidencia de Ángel Ron -que sustituyó al histórico Luis Valls en 2006- y que no se cerró hasta 2012. Los resultados del banco no cumplían con las expectativas del mercado y buena parte de sus ganancias se utilizaban para dotar provisiones que paliaran los riesgos en su balance.
Ante esta situación, el Popular activaba el relevo en la presidencia de Ron y proponía en el cargo a Emilio Saracho, que llegaba al banco con la intención de que la entidad siguiera su camino en solitario, pero sin descartar la venta. Las pérdidas de unos 3.500 millones en 2016 y la desconfianza de los inversores ante el rumbo incierto del banco han hecho el resto, arrastrando el precio de sus acciones hasta los 0,31 euros con los que cerró su historia. - D.N.
23 millones tras hundir el banco
Jubilación. El hasta ayer presidente del Popular, Emilio Saracho, se va tras apenas seis meses en el cargo y sin haber cumplido sus objetivos, que pasaban por otra ampliación de capital o por buscar un comprador en uno de los momentos más convulsos del banco, con los inversores cuestionando el plan de reestructuración de su predecesor, Ángel Ron. Este aseguró que se iba con la “tranquilidad del deber cumplido”, pero pronto se hizo evidente que la situación era más grave de lo que aparentaba. Pese que el Gobierno aseguraba que era “solvente”, el banco bordeaba la quiebra, lo que no impidió que Ron se fuera con una pensión de 23 millones.
Accionistas principales. La Sindicatura Accionistas de Popular, el banco francés Credit Mutuel (a expensas de saber si ha reducido o vendido su participación) y gestoras como BlackRock, pese a que redujo su cuota del 4% al 1,77% recientemente o Vanguard son los accionistas más perjudicados.
Participación. En la Sindicatura de Accionistas, el mayor accionista con un 9,6% de las acciones, se computan las acciones de Unión Europea de Inversiones, sociedad participada entre otras por la Fundación de la Universidad de Navarra, con 123 millones de títulos.