Pamplona - En fiscalidad, las frases hechas y los lemas de campaña rara vez concuerdan con la realidad. Otra cosa son los números, que no mienten y que, analizados con la perspectiva de los últimos cuatro años, permiten extraer dos conclusiones principales: la presión fiscal total en Navarra, muy inferior a la media europea, apenas se ha movido; y además, la reforma aplicada desde 2015 ha tenido un marcado carácter progresivo y ha hecho pagar algo más solo al 15% de las rentas, las más elevadas.

Precisamente por ello resulta relativamente sencillo analizar las propuestas que, en las últimas semanas, han publicado los partidos de derechas (UPN, PP y Ciudadanos), unidos en coalición con vistas a las elecciones del próximo domingo. En su programa, que no siempre fija medidas concretas sino que recurre a veces a pronunciamientos generales o meras declaraciones de intenciones, proponen bajar IRPF, Sucesiones y Patrimonio, tres descensos que, combinados, beneficiarían mucho más a los ciudadanos más ricos que a las clases medias a las que dicen defender.

Así, abogan por “revertir” y devolver por tanto a la situación de 2015 la fiscalidad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en el que se incrementaron muy levemente los tipos y se cambió la deducción por hijos de la base a la cuota, con el objetivo de hacerla más progresiva y, también, de recaudar algo más. Esta última medida afectó a decenas de miles de personas, si bien a la mayor parte de forma muy leve. “A través de la reducción del IRPF aumentaremos la renta disponible de la clase media trabajadora, prestando especial atención a aquellos tramos que afectan a los contribuyentes con rentas más bajas”, llega a decir Navarra Suma.

Los datos de Hacienda Foral analizan lo sucedido en Navarra antes y después de la reforma de 2015 y muestran que esto no es cierto. Así, las modificaciones solo han tenido un impacto significativo (a partir de 500 euros más al año) entre quienes presentan bases imponibles superiores a los 45.000 euros al año: son en torno a 47.000 declaraciones, que no suponen ni el 15% del total. Así, quienes ganan entre 45.000 y 60.000 euros han tenido que pagar unos 534 euros más al año; quienes ingresas entre 60.000 y 90.000 euros han pagado unos 1.115 euros más y los que superan esta cifra (el 2% de la ciudadanía) han tenido que pagar, de media, unos 3.000 euros más.

Dicho de otra manera. Tras la reforma, el 49% de los contribuyentes, aquellos con ingresos inferiores a los 20.000 euros anuales, pagaba menos que antes. Un 19%, con rentas entre 20.000 y 30.000 euros, pagaba en torno a dos euros más de media al mes. Un 18%, con rentas hasta 45.000 euros, pagó unos 20 euros más al mes. Y ya solo a partir de esa cifra, que puede ser considera como una renta alta, la reforma fiscal se deja sentir de forma clara. Además, tras el primer año de aplicación de la reforma, que permitió ingresar unos 71 millones de euros más en cuota, el Gobierno de Navarra decidió matizar algún aspecto. Y por ejemplo, mejoró la deducción fiscal por hijo menor de tres años en unos 100 euros siempre que los ingresos individuales no superen los 30.000 euros o, en el caso de declaraciones conjuntas, no se rebasen los 60.000.

Por tanto, el discurso de la derecha, al que se suele sumar en ocasiones el PSN, relativo a un incremento relevante de la presión fiscal para las rentas medias y bajas es rechazado por el Departamento de Hacienda. Y olvida además que en Navarra “existen deducciones específicas, que no existen en otras comunidades autónomas”, recurdan desde Hacienda. Entre ellas citan la de vivienda, para todos aquellos que la disfrutaban en 2017, que existe gracias a un régimen transitorio, a pesar de haberse eliminado a futuro desde el 1 de enero de 2018; también hay deducciones por arrendamiento de vivienda, deducciones por actividades empresariales (activos nuevos fijos), deducciones por donaciones a las cooperativas de enseñanza en centros concertados, deducciones por donaciones al mecenazgo cultural y social.

Junto a ello, existen deducciones en la cuota diferencial que generan devoluciones incluso cuando no hay que realizar la declaración de la renta: pensiones de viudedad, del SOVI, por jubilación contributiva, por inversiones en instalaciones renovables, por compras de coches eléctricos, por instalaciones de recarga... Un conjunto de medidas que termina por dibujar un entorno fiscal todavía más favorable que la media: Navarra recaudó por IRPF un 6,4% de su PIB, frente al 6,5% de la CAV y el 7,5% de España.

una minoría

Tributo progresivo

Eliminar Patrimonio, un ‘regalo’ para unos 2.400 navarros

Pero, además del IRPF, en los últimos cuatro años se han acometido modificaciones en otros impuestos que han reforzado la progresividad del conjunto del sistema, como es el caso de Patrimonio y de Sucesiones, dos tributos que solo pagan rentas altas o afectan en mucha mayor medida a quienes reciben importantísimas cantidades de dinero vía herencia o donación.

“Trabajaremos para que nadie pague Impuesto de Patrimonio”, dice Navarra Suma en su programa electoral, refiriéndose a un tributo, que apenas afecta a las clases medias, al situar el mínimo exento en 550.000 euros, y contar con unos tipos iniciales muy bajos. Pese a ello, aportó el año pasado a Navarra 42 millones de euros (lo que supone en relación al PIB uno de los porcentajes más elevados de entre todas las comunidades), que equivalen a los costes salariales de unos 800 médicos de Osasunbidea.

En 2017, último año del que existen registros públicos, los 150 declarantes con mayor patrimonio, por encima de los 10 millones de euros, tuvieron que pagar de media unos 75.000 euros. El grueso de declarantes (4.200 personas), con patrimonios de entre 600.000 y 1,5 millones, al margen de la vivienda habitual, paga en torno a 1.000 euros de media. Así, la supresión del impuesto beneficia en total a algo más de 8.600 navarros (el 1,3% de la población) y es un verdadero regalo para los algo más de 2.300 con patrimonios de algo más de 1,5 millones.

El PSN, sin rumbo fiscal claro

Devolución de IRPF. María Chivite volvió a insistar ayer en que el cuatripartito ha elevado la presión fiscal a las rentas bajas y medias, algo que no se corresponde con llos datos que hace públicos Hacienda. En sus propuestas, poco concretas, va en dirección contraria a lo planteado durante la naterior legislatura, cuando ha rechazado una reforma progresiva. Así, habla de subir los impuestos a las rentas más altas o de elevar el tipo impositivo a las grandes empresas, que en Navarra ya se encuentra entre los más elevados. Plantea también devolver el IRPF de la maternidad con carácter retroactivo. - D.N.

País Presión fiscal

Francia 48,4

Bélgica 47,3

Dinamarca 46,5

Reino Unido 44,9

Suecia 43,4

Italia 42,4

Austria 42,4

Grecia 41,8

UE (25) 40,4

Alemania 40,5

Luxemburgo 40,3

Holanda 39,2

Hungría 38,4

Croacia 37,8

Portugal 36,9

Eslovenia 36,8

República Checa 35,4

Polonia 35,1

España 34,5

Chipre 34,0

Malta 33,4

Estonia 33,0

Navarra32,0

Letonia 31,4

Bulgaria 29,5

Lituania 29,8

Rumanía 25,8

Irlanda 23,5

¿Qué es la presión fiscal?. Se trata de un indicador que relaciona la recaudación por impuestos yu cotizaciones sociales con el tamaño de la economía. Así, Navarra recaudaría en torno al 32% de su PIB, mientras que países como Francia se aproximan al 49%,.

25%

Deducción por maternidad

Esta modificación fue aprobada el 28 de junio de 2018, antes de la sentencia del Supremo, no aplicable a Navarra, que las deja exentas. El Parlamento foral entiende que la ley del estado no era progresiva y la medida anunciada por el Gobierno foral supone una inyección de unos siete millones de euros.

13,2

millones para pensiones

En 2018 se complementó por primera vez a las pensiones de jubilación o viudedad de baja cuantía en 2019 se han aportado 13,2 millones de euros. Beneficia a 14.034 personas.

22

nuevas plazas en hacienda

Navarra ja creado 22 nuevas plazas de técnicos y gestores de Hacienda, con el objetivo de mejorar el control y la inspección tributaria en los próximos años.