BILBAO - Las maniobras del máximo accionista del grupo Euskaltel, la sociedad de inversión británica, Zegona, para poner en valor el operador telefónico y poder venderlo al mejor precio han pasado, de salida, por un reducción de las estructuras directivas. Un adelgazamiento que entre Euskaltel, R y Telecable, puede suponer la salida de unas 30 personas, según fuentes laborales, un hecho que ha sido criticado tanto por el comité de empresa como por alguno de los sindicaos representativos, que cuestiona la postura del presidente Alberto García Erauzkin, del que llegan a pedir su dimisión, así como la valoración de los hechos de la consejera del Gobierno, Arantxa Tapia.

Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, afirmó que “entiende el temor” existente entre el colectivo laboral de Euskaltel pero insistió en la postura oficial gubernamental de que “el “arraigo de Euskaltel en Euskadi está asegurado”. En cualquier caso, Erkoreka “ve normal que se produzcan inquietudes” sobre el futuro de la empresa en la plantilla, pero afirmó que el plan de Zegona es un proyecto «sólido y comprometido con incrementar la rentabilidad, pero sin detrimento alguno del compromiso en las inversiones de Euskadi».

En cualquier caso, José Miguel García, nuevo consejero delegado de Euskaltel, y representante del máximo accionista de la empresa, el fondo de inversión Zegona, en el consejo de administración de la compañía tampoco ha ayudado mucho a tranquilizar a la plantilla pues, según fuentes laborales, ayer en su visita a Galicia, se limitó a explicar a la plantilla de R sus planes comerciales para la compañía, pero evitó responder si continuará con los despidos o si, por el contrario, mantendrá el actual nivel de empleo. Como se recordará, el grupo Euskaltel tiene casi 700 trabajadores, la mitad en el País Vasco y resto repartidos entre R, unos 200, y Telecable.

En este contexto, el presidente del comité de empresa de Euskaltel, Javier del Blanco, del sindicato CC.OO. mayoritario en la compañía vasca con 8 delegados por los 5 de ELA, señaló que el presidente de la empresa, Alberto García Erauzkin, debería dimitir como “máximo responsable” del operador telefónico vasco por “lo que ha pasado y está pasando” desde la entrada de Zegona como primer accionista de la sociedad.

En la misma línea crítica, el presidente del comité de empresa, así como el sindicato ELA no dudaron en cuestionar la actitud de la representante del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, por “bendecir los despidos” de trabajadores en la empresa. Blanco, además, emplazó ayer a la consejera vasca para que explique “lo que conoce” sobre los planes que tiene el nuevo accionista mayoritario de cara al futuro de Euskaltel.

DEspidos El representante de los trabajadores de Euskaltel, Javier del Blanco, confirmó, según Europa Press, que la dirección había planteado el despido de numerosos directivos que, en algunos casos, saldrán de la empresa el 30 de junio y otros el 1 de julio.

En Euskadi, en principio son 17 las personas despedidas (16 en la sede de Derio y una en Gipuzkoa) y el resto serían directivos que trabajan en los otros territorios con presencia del grupo, Asturias y Galicia.

Javier del Blanco señaló que los trabajadores están a la espera de que les faciliten información sobre los planes futuros de la empresa, tras la toma de control por parte de Zegona y el nombramiento de José Miguel García como nuevo consejero delegado.

Críticas a Tapia El presidente del comité de empresa de Euskaltel salió al paso de la valoración realizada por la consejera Arantxa Tapia sobre los despidos de directivos en el operador telefónico enmarcándolos en un plan de actuación avalado por todos los accionistas, incluido Kutxabank, así como criticó las palabras de la consejera justificando que las empresas se gestionan “tomando medidas”.

Por su parte, el sindicato ELA destacó que nadie se puede llamar a engaño con las medidas puestas en marcha por Zegona porque su estrategia siempre ha sido la de “venir a reducir costes” y , en este sentido, la primera organización sindical vasca advirtió que de que “se va a oponer” a cualquier decisión que suponga destrucción de puestos de trabajo, tanto en el grupo como en las subcontratas.

ELA recordó que las “amortizaciones de puestos de trabajo” son una consecuencia del proceso de privatización y entrada de fondos de inversión en Euskaltel. “Estamos hablando de accionistas cuyo único interés es maximizar el beneficio” aunque sea a costa del empleo.