pamplona - Alfredo Morales, presidente del comité de VW, suele pronunciar habitualmente una frase: “En los momentos más difíciles, surgen las mejores oportunidades”. Hace un año el comité negoció un ERTE ante la falta de motores y no avanzaban las negociaciones del convenio. Casi doce meses después, la homologación WLTP de los vehículos “está controlada”; el convenio, rubricado para seis años y VW Navarra cuenta con su tercer modelo. “Cuando lanzamos el Polo en 2017, la previsión de producción para cinco o seis años estaba en unas 350.000 unidades anuales. Dos años después, su programa ha bajado a la mitad. Ante un utilitario con una rentabilidad mínima, el Grupo ha replanteado su estrategia y ha acelerado la asignación del tercer modelo”, recuerda este sindicalista, afiliado a UGT desde hace dos décadas y miembro del comité de VW desde hace 12 años. “En un principio, VW contemplaba producciones de entre 80.000 y 120.000 T-Cross anuales durante dos o tres ejercicios, y en 2019, año de lanzamiento, ya supera los 150.000. El mercado va rápido y VW Navarra debe reaccionar y adaptarse”, remarca Alfredo Morales.

Cuando Eugenio Duque y usted regresaron del Comité Mundial en 2018 adelantaron a la parte social que VW ya pensaba en la posibilidad de asignar este tercer modelo.

-Sí. En un principio, veíamos la opción del tercer modelo a medio plazo, 2024-2025, y en el convenio colectivo plasmamos esa necesidad. Cuando observamos que otras plantas iban a Alemania a trabajar por la asignación de este vehículo y nos enteramos que VW aceleraba su adjudicación, intensificamos nuestra labor y exigencia con el Grupo, hasta el punto de que nos citó en Wolfsburg el 18 de junio. La empresa nos comunicó que en breve iba a adjudicar el tercer modelo pero que optaban varias plantas, entre las que se encontraba VW Navarra, y que quería ver ofertas.

¿Cómo transcurrió esa reunión entre la dirección del Grupo VW -Andreas Tostmann, integrante del comité ejecutivo de VW, y Gunnar Kilian, el director de RRHH-, el presidente de VW Navarra, Emilio Sáenz, y la directora de RRHH de la planta, Kerstin Scholz, y el comité -Eugenio Duque y usted-?

-Esa reunión fue motivada por UGT y CCOO. Presionamos a la dirección de VW Navarra para trabajar juntos y exigir el compromiso de la adjudicación del tercer modelo. La dirección local transmitió al Grupo nuestra inquietud y nos convocó. Tostmann nos informó de que había una especie de compromiso en el convenio pero no exclusividad. Nos dijo que teníamos una opción, pero que optaban otras plantas. Preguntamos qué iba a pedir y nos contestó que regresáramos a Pamplona y allí la dirección nos trasladaría esos requisitos.

¿Salió optimista o preocupado de ese encuentro?

-Preocupado, porque había que pelear y hacer un esfuerzo mayor de negociación del que había pensado.

¿Qué acuerdos del convenio no estaban dispuestos a tocar?

-El apartado económico, que costó un año negociar, y los temas sociales.

¿Y cuáles sí?

-Productividad y absentismo. Nunca nos vamos a negar a hacer más coches, pero con cuidado. El Grupo nos pidió incrementar la producción diaria de 1.408 a 1.438 coches. La empresa percibe este aumento como una mejora de la productividad, pero nosotros como una oportunidad de invertir en modernizar ciertas instalaciones y modificar otras, en más carga de trabajo y en más empleo fijo. En cuanto al absentismo, la empresa y el comité debemos trabajar juntos para reducirlo y favorecer a la plantilla.

¿Le ha sorprendido que el acuerdo haya sido firmado por ELA o que no haya sido rubricado por CCP?

-No. Me he sentido más reconfortado. Me da tranquilidad que haya más fuerzas sindicales en este acuerdo.

CGT ha criticado este pacto por suponer recortes, ¿qué opina?

-No comparto en absoluto muchos de los temas que defiende esta sección sindical, con todos los respetos.

¿El acuerdo del tercer modelo es el mejor al que se ha podido llegar?

-Ha sido justo y razonable, no hemos tocado aquello que no se debía modificar del convenio; hemos abierto vías de trabajo para mejorar la productividad y la salud laboral; y beneficia a la plantilla en aspectos como la empleabilidad, estabilidad y las expectativas reales de futuro.

¿El pacto de productividad exige trabajar a más velocidad en la cadena?

-Tenemos una actividad pactada en convenio de 116 MTM (medida de tiempo aplicada a la fabricación de los coches) que no se va a tocar. A partir de ahí habrá cargas de trabajo que se supervisarán para que la plantilla realice su trabajo con normalidad. La planta va a afrontar la escalada de producción en dos fases y tenemos margen de tiempo para analizar los problemas que surjan y resolverlos.

Entonces, ¿el ritmo del trabajador no va a variar a pesar de que VW Navarra haga 30 coches más al día?

-Habrá de todo. Algunos trabajadores aumentarán pero porque no llegan ahora a los 116 MTM y otros que mantendrán ese ritmo máximo que establece el convenio, y habrá que reforzar estos puestos con la incorporación de más personal.

¿Qué talleres requieren nuevas contrataciones?

-Motores y montaje, además de modificar sus instalaciones. Por ejemplo, la línea de puertas de motores está bastante saturada de personal, ya que trabajan entre tres y cuatro operarios en espacios muy reducidos, con riesgo psicológico más que físico. En montaje hay que poner bandas de acompañamiento automáticas...

¿Qué instalaciones necesitan más inversión para adaptarse al CUV?

-Chapistería y prensas por las modificaciones de las instalaciones y la implantación de otras nuevas, aunque carecemos del montante de la inversión por ahora.

¿Quién marca las tendencias del mercado: el fabricante o el consumidor?

-El consumidor. VW siempre copa los mercados; pero, a veces, en algunos productos ha llegado un poco más tarde, como con el SUV y el CUV. Hemos podido comprobar que el mercado está dejando de demandar el coche utilitario, y VW Navarra ha tenido que adelantar toda la oferta y gama de vehículos. Este escenario explica por qué la compañía ha acelerado la toma de decisiones como la del CUV.

Con el tercer vehículo, VW Navarra va a estar continuamente lanzando al mercado nuevos modelos.

-Cada dos años vamos a estar con lanzamientos, ya sea por el restyling de los modelos actuales o por los nuevos. Esto significa inversiones constantes que ponen a nuestra fábrica a la altura de plantas que están al día de la nueva tecnología. VW Navarra no se va a quedar estancada en las inversiones y va a estar preparada y dispuesta a afrontar las nuevas tecnologías.

¿Qué empleo va a generar el CUV?

-El Grupo busca un equilibrio entre lo que se puede y se debe, ya que la compañía suma más de 600.000 trabajadores directos. VW Navarra debe hacer lo mismo en la planta de Landaben. Hemos pasado de medias de 4.000 a 5.000 trabajadores y ahora debemos mantener el nivel de empleabilidad y convertir eventuales en fijos de manera constante, con equilibrio, sin copar nuestra ocupación y sin crear expectativas falsas. A partir de aquí funcionar como lo hemos hecho hasta ahora: que todos los meses haya un volumen de personas que pasan de eventuales a fijas, respetando su antigüedad. Una gran parte de los eventuales de VW Navarra va a tener su oportunidad para quedarse.

El Grupo prevé volúmenes de producción para 2020 de unos 340.000 vehículos, ¿con este programa se pueden crear 500 empleos?

-No hablaría de cifras para no confundir. La realidad es que cada mes pasan eventuales a indefinidos, y en los próximos años vamos a seguir haciendo fijos con el contrato relevo y con los aumentos de producción.

¿VW Navarra va a registrar cifras récord de producción con el CUV?

-Si en 2020 no hacemos récord de producción con el Polo y T-Cross, estaremos cerca; y los próximos años serán ejercicios muy fuertes. Fabricar tres vehículos garantiza programas elevados.

¿Hasta qué año se prolongará el plan industrial del tercer modelo?

-VW Navarra tiene muchos años por delante, pero la diferencia es si la queremos con 5.000 empleados o con 2.500. Nosotros apostamos por una de 5.000, por eso no podemos perder oportunidades como la del tercer modelo.

¿El CUV asegura la planta 10 años?

-Sí.

¿Y 20?

-Eso es más complicado.

El tercer modelo abre la puerta al vehículo eléctrico o híbrido en VW Navarra, ¿cuándo va a empezar la planta a trabajar en este tema?

-Desde ya. Debemos hacerlo juntos para que Navarra albergue, por ejemplo, nuevas tecnologías en conducción autónoma, zonas concretas para hacer pruebas con coches autónomos, crear un centro tecnológico en la Comunidad, colaborar con las universidades y centros de formación, etc.

¿Cómo equilibraría la planta de VW Navarra la destrucción de puestos de trabajo que provoque el vehículo eléctrico o híbrido?

-El Grupo VW trabaja con el Comité Mundial por garantizar la ocupación de la plantilla. Por ejemplo, si en 15 o 20 años tiene que haber en VW Navarra mil empleos menos deberán afrontarse sin medidas traumáticas, pero con la generación de empleo de otra manera: igual no será VW Navarra quien los cree pero sí otras empresas relacionadas con el vehículo eléctrico o híbrido. El objetivo reside en que la Comunidad Foral mantenga en el futuro el mismo potencial de empleo que aglutina ahora en el sector de la automoción.

¿Cómo afronta VW Navarra el rejuvenecimiento de su plantilla?

-Este año los trabajadores podían elegir entre dos opciones: la baja voluntaria o el contrato relevo. Unos 120 compañeros van a dejar la factoría a través de esta última fórmula, que está funcionando muy bien. Ha sido una medida acertada y genera empleo fijo. Además estamos abordando la conversión de temporales a fijos entre los que tienen más antigüedad. Por estas circunstancias, no estamos viendo el rejuvenecimiento de la plantilla, pero se notará con el paso del tiempo.

¿Qué medidas pide al próximo Gobierno de Navarra para asegurar el sector de la automoción en la Comunidad Foral?

-Hay que potenciar el clúster de automoción, que cada vez tiene más empresas y buscan sinergias para fomentar la competitividad. En contra, tenemos a escasos kilómetros el clúster de automoción de Aragón que nos lleva mucha ventaja: el Estado ha creado una línea de trabajo con esta comunidad para potenciar su sector industrial, nuevas tecnologías o fabricación de baterías. El sector de la automoción de Navarra puede acompañar a Aragón en este proceso de reindustrialización e implantación de nuevas tecnologías donde seamos adjudicatarios de parte de ellas. El Gobierno de Navarra debe hacer una apuesta seria con medidas concretas para lograr junto al clúster que las empresas matrices inviertan en sus plantas navarras. Pero para hacer este trabajo también debe contar con los agentes sociales, los sindicatos, porque, a veces, los acuerdos sociales entre comités y empresas pueden favorecer determinadas adjudicaciones de productos. También hay que realizar un trabajo en conjunto para dialogar con el Gobierno central para acelerar inversiones en infraestructuras, como el tren. Además, hay un espacio de trabajo esencial para potenciar la riqueza de Navarra a través del parque de proveedores de VW.

¿Ha trabajado el Gobierno de Navarra y el Estado en potenciar esa empresa auxiliar los últimos años?

-No se ha desarrollado de manera potente, aunque llevamos varios años que sí se ha colaborado a través del clúster. Este debe dar sus frutos con la implantación de más empresas, siendo esencial el papel del Gobierno de Navarra.

¿Considera peligroso para el futuro de la planta de VW Navarra que el know-how esté en Alemania?

-Este es otro de los papeles importantes del Gobierno de Navarra, porque de manera conjunta con nosotros debemos exigir al Grupo que muchas de las decisiones que se adopten en Alemania se tomen aquí, o por lo menos que nos permitan desde aquí sugerir e influir en esas resoluciones, y me refiero a las adjudicaciones de producto al parque de proveedores, que las sacan fuera de la Comunidad y se pueden fabricar aquí. El Grupo debe ser corresponsable de dónde está ubicado. Perseguimos que los trabajadores de las empresas de proveedores tengan la misma seguridad que la plantilla de VW Navarra.

¿Ahora no la tienen?

-No, porque falta ese trabajo por hacer. Si VW Navarra tiene un proyecto a medio plazo, las empresas auxiliares también deben tener esa garantía. Creo que las empresas proveedoras tiemblan cada vez que hay una adjudicación de producto.

¿Cómo afronta la planta de VW Navarra la revolución en el sector?

-Nosotros no tenemos capacidad de decidir, pero sí de hacer lo que hacemos. No podemos perder posibilidades de futuro, como hemos hecho hasta ahora, y a partir de ahí trabajar en tener buenas condiciones y en seguir siendo competitivos. Pero las decisiones que toman otros, valoran mucho aquello que realizamos aquí.

¿Le preocupa la política contra el diésel?

-Sí, porque se está siendo muy injusto. A este combustible se le está aplicando la misma normativa que a la gasolina. El efecto contaminante del diésel es el mismo que el de la gasolina, muy inferior entre los nuevos modelos si se compara con los antiguos coches que todavía están en circulación. A partir de aquí creo que las compañías de automóviles deben ser pioneras en las iniciativas para controlar el impacto del cambio climático. La combustión tendrá que ser de otro tipo, pero no se sabe hacia dónde vamos. Sabemos que el 40% de los vehículos deberán ser eléctricos, pero qué sucede con el 60% restante.

¿Cree que los mensajes de los políticos deben meditarse más?

-Las decisiones políticas están siendo equivocadas en cuanto a los tiempos, no en cuanto a la normativa que debe exigir lograr las cero emisiones para frenar el cambio climático. Pero, si no controlamos los tiempos, podemos provocar el efecto contrario: por intentar avanzar mucho en reducir las emisiones, podemos contaminar por otro lado. Por ello, reclamo a los diferentes Gobiernos que cuenten con los agentes del sector.

¿A qué se refiere al incidir en que “se puede contaminar por otro lado”?

-Hay muchas incógnitas sobre el coche eléctrico, la energía, el reciclaje de baterías? Tenemos asuntos sin resolver que van a afectar al medio ambiente. No sabemos qué energía vamos a usar y desconocemos cómo se va a reciclar, por ejemplo.

¿Preocupa cómo perciben las nuevas generaciones el coche, este bien de consumo duradero?

-Sí. Ya no comercializamos coches sino que vendemos movilidad. Antes una persona que cumplía 18 años solo quería comprarse un coche, ahora el concepto de adquisición ha cambiado. Está creciendo el uso del renting, y los consumidores ya no demandan coches potentes pero sí solicitan muchos elementos electrónicos; y también se está extendiendo la fórmula de compartir para usar el vehículo cuando sea necesario.

“El mercado está dejando de demandar el coche utilitario; por eso, el Grupo ha acelerado asignar el CUV”

“Este año 120 trabajadores van a dejar la planta a través del contrato relevo, que está funcionando muy bien”

“Creo que los próximos años la fábrica va a afrontar programas muy fuertes de producción”

“El Grupo debe dejar que las decisiones que nos afectan se adopten en Navarra, o que influyamos sobre ellas”

“Si VW Navarra cuenta con un proyecto a medio plazo,

la empresa auxiliar debe tener la misma seguridad de futuro”

“El Gobierno con el clúster de automoción debe lograr que las empresas matrices inviertan en sus plantas navarras”