PAMPLONA.- Las zonas húmedas de Navarra han registrado un récord de producción de cereales, frente a casi mínimos históricos en las zonas secas, según han explicado este jueves técnicos especialistas de INTIA en cultivos extensivos en una jornada con representantes de cooperativas.

La sociedad pública INTIA elabora esta información a partir de los datos recopilados en los diversos ensayos que realiza desde hace 38 años en distintas fincas de la geografía navarra. Este año, ha cosechado más de 4.000 microparcelas en los ensayos de variedades de trigo y cebada ubicados en Falces, Berriosuso y Olite.

Durante el encuentro se han repasado las incidencias climáticas y fitopatológicas (enfermedades, plagas y malas hierbas) que han influido más en estos cultivos. Como viene siendo habitual en todas las campañas, ha sido el clima el que ha determinado las diferencias finales de producción entre las zonas húmedas y secas.

Así, en las zonas semiáridas y áridas de Navarra los descensos de producción han sido muy acusados, con valores de cosecha estimados en estos momentos entre 900 y 3.000 kg/ha, los segundos más bajos desde que se registran datos. En la zona media navarra se han obtenido valores de producción semejantes a otras campañas.

Sin embargo, en las zonas húmedas, superando todas las expectativas, este ha sido un año récord de producción: las producciones en la Baja Montaña han sido muy elevadas, tanto en trigo como en cebada, superando la media ampliamente los 6.000 kg/ha.

En el encuentro se han presentado también cifras de la superficie de cultivos extensivos sembrada durante este año.

La superficie total, 190.000 hectáreas, ha sido inferior a la del año anterior, principalmente por el descenso de la superficie de cebada que, con 77.000 hectáreas, ha sido un 7,5 % menor que la de 2018.

La superficie de trigo, 79.600 hectáreas (ligeramente por encima de la cebada), ha superado la cifra del año anterior.