El 80% del consumo de energía del transporte en Navarra procede del gasóleo

El transporte –ligero o pesado por carretera, aviones o trenes, etc– sigue dependiendo de los combustibles fósiles, con “una lenta penetración de la movilidad eléctrica”, destaca el informe del departamento de Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial del Gobierno de Navarra. 

El año pasado predominó en el transporte el consumo de gasóleo A –617.055 TEP (tonelada equivalente de petróleo)–; seguido de lejos por gasolinas –91.523 TEP–; biodiésel –39.168 TEP–; electricidad –7.609 TEP– y bioetanol –3.332 TEP–. El resto de combustibles utilizados se completan con 1.871 TEP de gas natural; 817 TEP de gasóleo B; y 91 TEP del gasóleo C. En 2024, creció un 12,2% la demanda de diésel A respecto a 2023; y un 4,7% en la última década. 

En la transición

El gas natural se presenta como un combustible puente en la transición energética en los distintos sectores. En el caso del transporte ha pasado de 96 TEP en 2014 a 1.871 TEP en 2024, pero aunque haya tenido este importante incremento, su peso sobre el total de energía consumida en el transporte es testimonial. El camino hacia la electrificación ha comenzado, pero más lento de lo deseado para facilitar su descarbonización.

En la última década, el consumo de energía final procedente de la electricidad ha pasado de 3.345 a 7.609 TEP, se ha más que duplicado. Los turismos o furgonetas pequeñas han favorecido este impulso, pero no lo suficiente para los retos marcados por la UE en su objetivo de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y llegar a 2050 con la huella de carbono cero.

Sin embargo, el 16 de diciembre la Comisión Europea anunció que flexibilizaba los plazos de suprimir el uso de motores de gasolina y diésel en coches nuevos para dentro de diez años. Propuso rectificar ese veto con unas condiciones que deberán cumplir los fabricantes, en el marco de un paquete de medidas para aliviar a la industria del automóvil ante la ralentización de la demanda de eléctricos, la creciente competencia china y los aranceles de EEUU.

Lanzamientos

Este anuncio se produce a seis meses de que VW Navarra inicie su andadura en el sector eléctrico, con el lanzamiento del SUVSkoda Epiq; y en septiembre, con el VWID-Cross.

Por su parte, la cuota de renovables en el consumo de energía final en el transporte “muestra avances en Navarra, pero insuficientes”, según el informe. En 2014, la cuota era del 4,8%; en 2022 subió al 5,7%; en 2023 alcanzó el 7%, pero en 2024 se produjo un retroceso hasta el 6,2%, lo que supone una caída interanual del 10,4%, aunque el incremento acumulado respecto a 2014 es del 29,3%.

“Aunque se han implementado medidas como el programa MOVES III para incentivar la compra de vehículos eléctricos, su impacto aún no se refleja plenamente en los datos”, analiza el estudio. Además, la electrificación del transporte pesado todavía es uno de los grandes retos. Queda mucha tarea por realizar para descarbonizar esta actividad y asentar la movilidad eléctrica.

Transporte

El transporte se consolida como el principal consumidor energético, con 763.173 TEP en 2024, que suponen un 40% del total de 1,87 millones de TEP y un crecimiento del 10,3% respecto a 2014.

Industria

Esta actividad alcanza los 651.035 TEP, con una subida del 4,5% en la década. El porcentaje sobre el total es del 35%.

Doméstico, comercio y servicios

Es el tercer sector que más consume. Muestra una reducción del 4,8% en diez años, pero repunta un 11,6% respecto a 2023, con 314.168 TEP, debido a las condiciones climáticas más frías y la recuperación de actividad en servicios.

Agricultura

Este sector se mantiene estable, con 108.479 TEP, un 4% más que hace un año y un 1,7% más respecto a 2014. También es difícil evolucionar en la descarbonización del sector, porque la maquinaria agrícola depende prácticamente en su totalidad del gasóleo B. 

Administración y servicios públicos

Registra la mayor caída, con un descenso del 29% entre 2014 y 2024, situándose en 34.061 TEP.