pamplona - La intervención del Gobierno de Navarra en el conflicto de Apoyos Metálicos, empresa ubicada en Olazti y cuyo cierre fue anunciado el pasado 5 de julio, se celebró ayer sin que se registraran avances significativos. La empresa mantuvo su decisión de clausurar la actividad de la compañía de forma prácticamente inminente, sin dar tiempo a que tome el relevo un proyecto industrial alternativo.

“Esperábamos algo más de apoyo por parte del Gobierno de Navarra para bucear una alternativa que permita seguir con la actividad y se pueda mantener los puestos de trabajo”, explicaba ayer Sergio Goñi, presidente del comité de empresa de la planta navarra. A su juicio, durante la reunión no se produjo ningún planteamiento concreto para mantener el trabajo, por lo que a partir de la próxima semana comenzarán a negociar con la dirección de la fábrica la salida de los trabajadores en las mejores condiciones posibles.

“Estamos un poco decepcionados, porque con la apuesta por las renovables que hay en Navarra y teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra Sakana, creíamos que podrían haber venido con algo más tangible. Y lo que el Gobierno ha venido a decirnos es que sí, que la empresa se cierra y que puede que haya posibilidad de reindustrializar la planta, pero sin ninguna fecha, con lo que nosotros ya estaríamos en la calle”, señaló. Apoyos Metálicos, que da empleo a 73 personas, se dedica a la fabricación de los postes que sujetan las torres, si bien las dimensiones de la fábrica impiden atender pedidos de dimensiones cada vez más grandes.

Con este panorama, el Ejecutivo transmitió al comité la posibilidad de negociar, además de las salidas, una posible bolsa de empleo, así como formación para capacitar a plantilla para un relevo en la actividad de la factoría que se ve factible, aunque no a muy corto plazo. “Hemos estado trabajando desde que conocimos el anuncio”, explicaban desde el Gobierno. - D.N.