pamplona - La Denominación de Origen Navarra ha finalizado la vendimia con una cosecha de 54,5 millones de kilos de uva, lo que supone un 13% menos que la media de las campañas de la región y un 30% menos que el ejercicio anterior, que fue “especialmente abundante”, según ha explicado el Consejo Regulador de la DO.

Esta bajada en la producción se achaca a que las bayas de los racimos han contado con un menor peso del esperado, si bien el Consejo Regulador destaca que la calidad de la cosecha es “excelente”. Todavía quedan por recoger algunas parcelas destinadas a vinos conocidos como “vendimia tardía”, que variarán en poca medida la cifra final.

En total, se han vendimiado 54,5 millones de kilos de uva repartidos entre las variedades tintas, que representan el 90% (tempranillo, garnacha, cabernet sauvignon, merlot, syrah, graciano, mazuelo y pinot noir), y las blancas, que representan el 10% (chardonnay, viura, moscatel de grano menudo, sauvignon blanc, garnacha blanca y malvasía).

Por zonas, en la Ribera Alta se ha recogido el 40% de la uva, cerca del 30% en la Ribera Baja, el 13% en la Baja Montaña y casi un 20% entre Valdizarbe y Tierra Estella.

La vendimia ha sido protagonizada por 2.000 viticultores y 89 bodegas ubicados en los 116 municipios que componen las 10.500 hectáreas del mapa vitivinícola navarro.

La campaña se inició en los últimos días de agosto y se desarrolló hasta las postrimerías de octubre, como es habitual en la Denominación de Origen Navarra. “Las condiciones climatológicas han sido halagüeñas hasta el final del ciclo. La marcada diferencia térmica entre el día y la noche o las escasas precipitaciones son condiciones que han permitido que se haya vendimiado de manera escalonada y en el momento óptimo”, destacó el Consejo Regulador.

En palabras de David Palacios, presidente del Consejo Regulador, “hemos vivido una vendimia tradicional en nuestra tierra y hemos recogido una uva excelente”. “Tenemos la suerte de contar con un enclave privilegiado para la elaboración, en una de las zonas más septentrionales de la Península Ibérica que nos ofrece la frescura y acidez suficiente para conseguir grandes vinos. Estamos expectantes para disfrutar del resultado de esta nueva añada”, comentó.

Según continúa señalando el Consejo Regulador, “bayas pequeñas y un estado sanitario impecable de la uva hacen presagiar la elaboración de vinos con concentración de calidades muy altas con muchas posibilidades para la crianza de la que esperar una notable evolución”. - D.N.