madrid - El sector inmobiliario encara 2020 como un año de estabilización y normalización, tras el periodo de crecimiento que siguió a la crisis, con el aumento de la oferta de vivienda de alquiler, el desarrollo de fórmulas como el coliving y la construcción industrializada entre sus principales retos.

A expensas de cómo pueda evolucionar la inestabilidad política, los expertos prevén que el ladrillo español siga siendo refugio de inversores extranjeros, entre ellos los venezolanos y mexicanos, que están "viniendo en masa", según el presidente de la asesoría bursátil Armanext.

Las previsiones de promotores y constructores apuntan a que los precios de la vivienda subirán el año que viene entre el 3% y el 4%, cifra muy parecida o ligeramente inferior a las actualizaciones que tendrán gran parte de los salarios. Para el secretario general de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) y director gerente de la madrileña Asprima, Daniel Cuervo, se trata de una "buena noticia porque permite que el comprador de vivienda pueda acceder a la misma". No obstante, Cuervo recuerda que España presenta "muchas realidades inmobiliarias" y que habrá zonas con subidas inferiores al 3%, mientras que en otras llegarán al 7% y el 8%.

En esa evolución a distintas velocidades incide el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, para quien la fluctuación de precios será "extremadamente heterogénea dependiendo del mercado o región", de forma que "habrá zonas en las que los precios bajen, en algunas se mantendrán estables y en otras seguirán su tendencia alcista".

La estabilización de la actividad en 2020 pivotará en una producción de vivienda nueva que la APCE estima entre 110.000 y 115.000 unidades, prácticamente igual que este año.

Algo más optimistas, en pisos.com creen que podrían superarse los 120.000 visados de construcción por primera vez desde 2008 y que se alcanzarán las 360.000 hipotecas, lo que supondría un alza interanual del 4%, muy lejos del desplome que provocó la reforma de la ley hipotecaria.

Esa superación de las reticencias con la nueva ley podría elevar las compraventas, que están casi congeladas desde 2017 (por encima de las 500.000).

Entretanto, el mercado del alquiler ganará protagonismo. Con una demanda cada vez mayor, sobre todo de jóvenes y trabajadores itinerantes, y una oferta insuficiente, el modelo de "construir para alquilar", que ya está extendido en otros países de Europa, se prepara para su auge en España. "Cuando los proyectos en marcha estén operando van a aumentar la oferta y eso permitirá que los precios no tengan un comportamiento tan agresivo y será positivo", sostiene Daniel Cuervo. - Efe

la vivienda pierde peso en la riqueza

Pasa del 57,3% al 54,2%. El peso de la vivienda principal en la composición de la riqueza de los hogares españoles pasó del 57,3% en 2014 al 54,2% del total de los activos en 2017, y representa el 43,3% del valor de los activos totales. Además, un 75,9% de los hogares era aún propietario de su vivienda principal, frente al 80,4% de 2014. Así se desprende de la Encuesta Financiera de las familias 2017, elaborada por el Banco de España, que refleja que la caída de propiedad de vivienda fue particularmente intensa en los hogares jóvenes, al ceder un 8,3%, y en las rentas más bajas (-6,7%). Para los propietarios de su vivienda, el valor mediano de la misma es de 120.200 euros. El informe muestra que en 2017 el 97,6% de las familias poseía algún activo real o financiero, un 0,8% menos que en 2014, con un valor mediano de dichos activos de 155.400 euros, un 4,4% menos.