- Bastaba con observar el tráfico de ayer en Pamplona y compararlo con el del 29 de marzo, antes de que se anunciara la suspensión de toda la actividad económica no esencial. El escaso tráfico mostraba que el regreso de las empresas a un funcionamiento más o menos normalizado tardará semanas en visualizarse e incluso que las que ya han decidido arrancar, sobre todo pequeñas empresas, lo hicieron con muy pocos trabajadores y de forma escalonada, espaciando la entrada.

“Va a ser un regreso muy progresivo”, explicaba ayer Josema Romeo, de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, que iba recibiendo la información que le llegaba desde los diferentes comités de empresa. Y el análisis era claro: ayer regresaron muchas menos empresas de las que cerraron el día 29. “Las que han vuelto han sido sobre todo pymes y muchas de ellas para hacer pruebas”, señalaba Romeo. En Navarra, y especialmente en Pamplona y en su comarca, hasta que no se confirme el regreso de Volkswagen Navarra, retrasado por la multinacional hasta el 27 de abril, no subirá de forma relevante la intensidad fabril. “A mediados de la semana que viene lo notaremos. Las proveedoras empezarán a fabricar piezas y componentes para estar lista cuando Volkswagen arranque”, señalaba Romeo.

De este modo, de las empresas del sector del auto de cierto tamaño ayer apenas trabajaba KSS de Orkoien, cuyo cierre está previsto precisamente para la primavera del próximo año. También ayer por la tarde comenzó a trabajar el turno de tarde de Fagor Ederlan, en Tafalla, que da empleo a cerca de 700 personas en una zona sin fábricas de ese tamaño. Otra de las empresas del grupo, Mapsa, que se ubica en Orkoien y que se dedica a la fabricación de llantas para automóviles, tiene previsto regresar el lunes 20.

Los sindicatos, de hecho, prevén que el tono se mantenga bajo a lo largo de esta semana, en la que serán abundantes las reuniones entre comités de empresa y directivos para negociar las condiciones de la puesta en marcha de la actividad, especialmente en lo que se refiere a las medidas de seguridad y disponibilidad de equipos de protección como mascarillas, guantes e incluso gafas.

Junto a la industria, la construcción también ha arrancado, si bien la limitación a las obras de rehabilitación hará que el regreso sea también paulatino. Ayer, las asociaciones empresariales de la construcción en Navarra anunciaron que las compañías que realizan trabajos de construcción y obra pública “van a comenzar a trabajar inmediatamente” una vez finalizada la restricción de actividades no esenciales por la crisis del coronavirus.

En un comunicado conjunto, que también firman UGT y CCOO, estas asociaciones han señalado que “velar por la salud de todos nuestros trabajadores y evitar los contagios es nuestro objetivo primordial, en cumplimiento con las recomendaciones sanitarias y de salud pública”. “Pero también lo es la protección de nuestras empresas como garantes del mantenimiento del empleo y la actividad económica, y para ello, apostamos por la reanudación de la actividad como la mejor opción”, explicaron.