- El coronavirus dejará un impacto "sin precedentes" en el PIB del Estado. El Banco de España hizo ayer público su primer cálculo de la crisis económica que acompaña a la pandemia, que ya ha dado un auténtico revolcón al tejido productivo en el primer trimestre con una caída estimada del 4,7%. Con todo, lo peor está por llegar y la profundidad del golpe es toda una incógnita. Tanto que en el mejor de los casos la previsión apunta a una caída en el conjunto del año de un 6,6% y en el peor, se dobla la apuesta hasta el 13,6%.

La gravedad de la situación dependerá de la duración del estado de alerta -básicamente de cuánto se extienda el bloqueo de gran parte del sector comercial- y de la velocidad de salida del pozo. El Banco de España ya señala que lo más probable es una lenta recuperación, lejos del escenario más favorable, el de un rebote en V que permitiría recuperar la mayor parte del terreno perdido en la parte final de este año y a lo largo de 2021.

La duración del confinamiento es una de las principales claves y el supervisor financiero ha trabajado con tres supuestos, un claro reflejo de la incertidumbre que en estos momentos rodea a la economía hasta asfixiarla. En el primer escenario el encierro en los hogares dura ocho semanas y después se registra una normalización "casi completa" en un breve periodo de tiempo. En ese caso el PIB caería un 6,6% y la tasa de desempleo aumentaría hasta el 18,3%.

El Banco de España considera que lo más probable es que el confinamiento sea finalmente de ocho semanas, es decir que no se produzca una nueva prórroga y concluya el 9 de mayo. Pero tiene muchas más dudas sobre la velocidad de la recuperación y augura que será más lenta de lo deseable. No se intuye que vaya a ser muy alto el ritmo de desescalada de la actividad y sobre todo la de la reapertura gradual de los comercios cerrados. De modo, que el segundo supuesto, el que se maneja como más creíble -ocho semanas de confinamiento y una recuperación lenta-, apunta a un pérdida de 8,7 puntos del PIB.

Y en el peor escenario, que la reclusión en los hogares se prolongue 12 semanas, el Banco de España pronostica un auténtico hundimiento de la economía del Estado: un 13,6% de caída del PIB y una tasa de paro del 21,7%. En ese supuesto, además de un frenazo incluso mayor al registrado durante toda la crisis financiera, más de 4,8 millones de personas estarían en situación de desempleo, con el consiguiente golpe en el consumo. Y por ello la recuperación y la vuelta a una normalidad aceptable se retrasaría hasta bien entrado 2021.

El supervisor financiero español revisará sus cálculos en función de los acontecimientos y con la vista siempre puesta en la fecha en la que se levante el confinamiento o que, en su caso, haya indicios que permitan aventurarla. El efecto de prolongar más allá de 12 semanas -otras dos ampliaciones- las restricciones de salida a la calle sería devastador. Por ello, sin formular técnicamente una recomendación, la entidad que preside Pablo Hernández de Cos incide en que todo depende de "la duración del confinamiento, las características de la transición a la normalidad y el éxito de las políticas económicas en limitar la persistencia de los efectos sobre la actividad y el empleo".

En todo caso, el Banco de España espera "un repunte de la economía desde la segunda mitad del año que dé pie a una recuperación notable en 2021". Según sus estimaciones, el PIB crecerá en 2021 entre un 5,5% y un 8,5%, en función de los tiempos de la reactivación y del éxito de las ayudas públicas. El gasto adicional de emergencia social y estímulo económico elevará la deuda pública del Estado hasta un 120% en el peor de los casos.

120%

La institución calcula que el déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida entre el 7% y el 11% del PIB. Por su parte, la deuda pública se situaría este año y el próximo en niveles de entre el 110% y más del 120% del PIB.