El sindicato ELA ha exigido a las Administraciones vasca y navarra el establecimiento de una estrategia global para frenar la destrucción de empleo ante la crisis provocada por el coronavirus y los miles de trabajadores despedidos y afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

El sindicato ha realizado esta demanda tras efectuar un análisis de la situación del empleo centrado en los ERTE presentados desde que estalló la crisis del COVID-19, más de 33.800 en Euskadi y Navarra, con más de 260.000 trabajadores afectados, según los datos que ha recogido en su informe.

Además, otras 27.871 personas han sido despedidas en el contexto de la crisis, según ha indicado.

ELA ha considerado que en este contexto las medidas adoptadas por los gobiernos han sido "muy parciales" y "han supuesto una gran destrucción de empleo" y ha opinado que la prórroga parcial y limitada de los ERTE por fuerza mayor acordados en el diálogo social estatal "no responde a las necesidades de los trabajadores".

Según ha afirmado, dicho acuerdo "supondrá despidos en los sectores que han estado hasta ahora en ERTE".

Según el análisis de ELA, la tendencia seguida por los ERTE lleva a pensar que al principio la crisis sanitaria y el decreto de alarma obligó a muchos servicios y empresas a interrumpir su actividad, pero ahora "es la crisis de demanda y producción la que está obligando a la suspensión y reducción de la actividad de las empresas".

El sindicato ha señalado que la mayoría de las empresas están manteniendo su actividad, pero de forma reducida y con menos trabajadores, y ha avisado de la posibilidad de que se estén preparando "para trabajar con plantillas más reducidas" y se esté ante "una grave crisis de empleo".

Además, según ha advertido, "a esta crisis de empleo se suman miles de personas que ya estaban en riesgo de pobreza o en situación de pobreza y que en esta situación han empeorado notablemente su situación".

A su juicio, esta situación exige de los Gobiernos vasco y navarro la adopción de medidas urgentes y "audaces" para mantener el empleo mediante una "estrategia completa" con dicho fin, en cuyo marco se prohiban los despidos y las extinciones de contratos de eventuales fraudulentos.

ELA también pide que se tome el control público de las empresas estratégicas, se ponga en marcha una estrategia de transformación del modelo productivo de las empresas potencialmente en crisis y se establezca un sistema para complementar los costes de cotización y los salarios de los trabajadores de las empresas en situación de dificultad económica.

El sindicato reclama, asimismo, que sea obligatoria la aplicación de ERTE en las empresas de hostelería y comercio, sin posibilidad de despido, que no van a poder abrir ni siquiera parcialmente en próximas fechas "con las reducidas posibilidades que ofrece el desescalado", y pide más ayudas para este sector.

La central demanda, igualmente, una "profunda" modificación legislativa en favor del empleo y una fiscalidad que implique que sean las rentas altas, de capital y los impuestos sobre las empresas "los que aporten ingresos" para hacer frente a las medidas citadas.