- El Comité de Dirección de la Estrategia de Especialización Inteligente S3 ha aprobado un documento con 15 aportaciones y medidas para el Plan Reactivar Navarra 2020-2023, que lidera el Gobierno foral, de cara a plantear la estrategia de reactivación de la economía y sociedad de Navarra tras la pandemia del coronavirus.

El documento plantea tanto medidas a corto plazo, para afrontar los problemas inmediatos más acuciantes generados por la pandemia, como una mirada a medio plazo 2020 â 2023, que posibilite una salida de la crisis en clave de especialización inteligente del territorio, que sepa vincular las capacidades industriales y tecnológicas de Navarra con los cambios de los mercados y las exigencias de Europa. El comité ha debatido la concreción en 15 Retos, adaptando los Retos preexistentes de la Estrategia de Especialización Inteligente, de forma que se modifica el foco de trabajo en varios de los retos para cubrir los aspectos más inmediatos de la crisis (como el turismo “seguro y digital”, o la alimentación saludable “y de cercanía”).

Sin embargo, también se priorizan otros retos antes no incluidos en la S3 como uno específico de Comercio (“innovación en el comercio local”), y otros dos destinados a sostener e impulsar el tejido empresarial de la región. Uno de ellos “apoyo al tejido empresarial”, propone facilitar el apoyo financiero y la continuidad de las empresas en crisis, evitando la destrucción de tejido.

El segundo, “fortalecimiento y arraigo industrial” plantea combinar medidas financieras y de política industrial para fomentar el crecimiento de la industria, el análisis de la sostenibilidad de las cadenas de valor (tanto por motivos ambientales como sociales) y la internacionalización de suministros estratégicos (como algunos sanitarios).

En este marco, se destaca la importancia de la gestión del talento, así como del modelo de empresa, y en este contexto, de las relaciones laborales, y por lo tanto, de los agentes empresariales y sociales. El Comité subrayó la importancia de responder a las grandes transiciones que se están produciendo: la digital, la energética y climática, así como la innovadora y de refuerzo industrial, por ser fuentes claras de empleo sostenible y de calidad.

Igualmente se ha destacado que el hecho de que las prioridades de la S3 de Navarra, en gran medida, sean coherentes con las grandes líneas y programas financieros de futuro en la UE (digitalización, Green Deal) es una oportunidad para la Comunidad.

En coherencia con la combinación de retos que recoge el documento, en el Comité se destacó la trascendencia de destinar al corto plazo un volumen importante de recursos, pero sin olvidar elementos y proyectos estratégicos clave como la I+D+i en la senda establecida por la Ley de Ciencia y Tecnología, el fortalecimiento empresarial y la internacionalización con una mirada a medio-largo plazo. La propuesta planteada recoge el proceso de trabajo realizado durante el mes de mayo por los departamentos de Desarrollo Económico y Empresarial y de Universidad, Innovación y Transformación Digital, con multitud de agentes empresariales tanto sectoriales como transversales, para tener un diagnóstico concreto y propuestas.

El comité de dirección de la S3 analizó el documento esta semana, y subrayó la importancia de responder a las grandes transiciones que se están produciendo: la transición digital, la energética y climática, así como la innovadora y de refuerzo industrial, por ser fuentes claras de empleo sostenible y de calidad.

3

Este concepto, si bien puede quedar relegado en una primera etapa de recuperación y prioridad, por la seguridad, será posiblemente el tema de fondo de las inversiones europeas en la recuperación (el denominado ‘Green Deal’), según el documento. En este sentido, muchas empresas sostienen que será un vector de mejora de su oferta. Navarra desea contar con un marco de regulación estable, que garantice el crecimiento del sector y le permita conservar su liderazgo industrial en el sector.

1

El masivo experimento “en tiempo real” del teletrabajo, comercio electrónico, digitalización de las relaciones y experiencias de consumo, etc. puede tener un impacto más rápido de lo esperado en los modos de producción y de provisión de bienes y servicios, “con el riesgo de pérdida de competitividad de las empresas que no se digitalicen al ritmo adecuado para alcanzar a esta nueva demanda”, según se indica en el documento. Esto conlleva un reto no solo para las empresas, sino para las propias administraciones públicas de Navarra.

2

Esta tendencia era preexistente a la pandemia, y ahora se ha visto corroborada por la ruptura de las cadenas de valor en los suministros sanitarios al inicio de la crisis y la reflexión sobre la dependencia en estos productos críticos. Por tanto, surge la pregunta sobre el correcto equilibrio entre economía local-global, para la sostenibilidad de las cadenas de valor, en términos ambientales, pero también sociales y de seguridad de suministro. Este cambio, todavía por confirmarse, tendrá consecuencias en casi todos los sectores y tiene en la automoción uno de sus casos más significativos.

4

Las experiencias de innovación colaborativa en torno a las necesidades sanitarias frente al COVID-19: vacuna, respiradores, elementos de protección, así como la movilización ciudadana en torno a un reto común, han impulsando la economía del conocimiento y de la innovación. En esta línea, los Retos S3 se alinean con el programa Horizonte Europa 2021-27 para trabajar en torno a elementos innovadores que den respuesta a los grandes retos socioambientales y a la conjunción y coordinación de las capacidades de distintas regiones (ecosistemas de innovación).

5

Alimentación, sanidad, energía, seguridad, cuidados, vivienda o educación se han mostrado imprescindibles y esenciales durante la pandemia. Igualmente, en esta crisis ha adquirido relevancia el impacto social en los distintos “grupos de interés” afectados (trabajadores, clientes, consumidores, entorno local, medio ambiente…). La crisis ha generado reflexiones sobre la economía y el consumo locales, la atención a los cambios demográficos, y la necesidad de un fortalecimiento de los servicios e industrias sanitarios (stocks de seguridad, impulso de la teleasistencia, prevención y bienestar, y la medicina personalizada…).