El déficit del Estado alcanzó en el primer semestre del año los 48.767 millones de euros como consecuencia de la crisis del covid, una cifra que casi multiplica por cinco la del mismo periodo del año pasado (10.346 millones) y que equivale al 4,36% del PIB, frente al 0,83% del año pasado.

Por su parte, el déficit de las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales, se situó hasta mayo en el 4,2% del PIB, con 47.009 millones de euros, frente al 1,31% del PIB del año pasado (16.349 millones de euros).

Así se desprende de los datos de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda, que señala que todos los datos están afectados por la declaración del estado de alarma y las numerosas medidas adoptadas por el Gobierno español para la gestión de la pandemia con el objetivo de paliar los efectos sociales, económicos y laborales de la crisis.

Las cifras reflejan que, en términos del PIB, el déficit del Estado se sitúa en una ratio del 4,36%, que pasa a ser del 3,35% (déficit primario) si se deduce el efecto del gasto en intereses, que contrasta con el superávit primario del 0,20% de 2019.

La evolución del déficit del Estado se explica por una bajada de los recursos del 14,4%, hasta 81.018 millones de euros, debido a la menor actividad económica como consecuencia de las medidas de confinamiento adoptadas para combatir el virus, en paralelo a un alza del gasto del 23,7%, hasta 129.785 millones de euros, por el aumento de programas sanitarios, así como por las mayores transferencias corrientes a Seguridad Social y comunidades autónomas.

Además, desde el pasado 1 de enero se ha producido una operación de reversión de las autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7) de carácter no recurrente, por importe de 1.745 millones, que va a afectar al volumen total de ingresos y de gastos del Estado a lo largo de todo el ejercicio, pero que no va a tener incidencia en el déficit.

Las CCAA moderan el déficit por la financiación recibida

De su lado, las comunidades autónomas moderaron su déficit al 0,08% del PIB hasta mayo por la financiación del Estado, frente al desajuste del 0,36% del PIB de hace un año, debido a las medidas de financiación del Gobierno de Sánchez para garantizar los recursos regionales y dar respuesta a la emergencia sanitaria.

Aquí se incluye el adelanto de la financiación del Estado vía anticipos a cuenta del sistema de financiación, el avance de hasta el 50% de la liquidación de 2018, la ejecución de los recursos del Plan Estatal de Vivienda y los ingresos recibidos del fondo extraordinario de prestaciones básicas, con un total de unos 6.900 millones de euros. Además, los ingresos han subido un 9,7%, frente al alza del 4,2% del gasto no financiero.

Todas las CC.AA. (salvo Madrid y Navarra) registran en mayo un comportamiento más positivo que hace un año. De hecho, nueve regiones logran superávit: Andalucía (0,01% del PIB), Aragón (0,08%), Asturias (0,19%), Canarias (0,77%), Castilla y León (0,04%), Extremadura (0,38%), Murcia (0,04%), La Rioja (0,37%) y Euskadi (0,51%), a las que se suma Cantabria, con equilibrio presupuestario.

El resto siguen presentando déficit: Baleares (-0,02% del PIB), Castilla-La Mancha (-0,17%), Cataluña (-0,05%), Madrid (-0,46%), Navarra (-1,41%) y Comunidad Valenciana (-0,32%).

En cuanto al impacto asociado al coste sanitario, las CC.AA. han informado de un impacto de 2.876 millones, el 0,26% del PIB, encabezado por Madrid (695 millones) y Cataluña (603 millones).

Por su parte, los fondos de la Seguridad Social marcaron un déficit del 1,15%, por el mayor gasto en prestaciones debido a la crisis. Los recursos se han reducido un 0,8% frente a los gastos no financieros que aumentan un 24,2%.

El gasto consolidado de los Fondos de la Seguridad Social asociado a la Covid-19, de acuerdo con la información disponible hasta la fecha, se sitúa en torno a 11.600 millones, un 72,4% de todo el incremento registrado.

Los ingresos caen un 7,2%

En cuanto a los ingresos del Estado, los recursos no financieros se sitúan en 81.018 millones, lo que supone un descenso del 14,4% respecto a 2019 por la crisis del Covid.

En términos de caja, los ingresos registraron una caída del 7,2%, hasta los 91.376 millones, de los que 77.278 millones se corresponden a ingresos por impuestos y cotizaciones sociales, un 10,7% menos, y 14.098 millones al resto de ingresos (+17,9%). Solo en junio, los ingresos totales fueron de 9.234 millones, un 11,6% inferiores.

Dentro de la recaudación por impuestos directos y cotizaciones sociales (-9,8%), la del IRPF alcanzó hasta junio los 35.442 millones de euros, un 0,5% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades registraron una cifra negativa de 2.321 millones debido a las devoluciones realizadas.

En la imposición indirecta, que cedió un 11,4%, hasta 42.182 millones, la recaudación por IVA cayó un 11,1%, hasta los 31.484 millones de euros; al tiempo que los ingresos por impuestos especiales sumaron 9.020 millones de euros, un 13% menos.

Dentro de estos tributos, el impuesto del alcohol y bebidas derivadas alcanzó los 316 millones (-8,7%), el de cerveza los 138 millones (+5,3%) y Labores del tabaco 2.996 millones (-0,2%).

Los gastos se disparan un 26,7%

En lo que respecta a los gastos, estos ascendieron en la primera mitad del año a 129.785 millones, cifra superior en un 23,7% a hace un año. En detalle, crecieron un 26,7% en términos de caja, hasta 89.195 millones en la primera mitad del año.

Los referidos al personal alcanzaron los 8.880 millones hasta junio, un 4,7% más, principalmente por el alza de los sueldos (+1,8%), hasta 7.244 millones y las cotizaciones (+21,3%), hasta 1.503 millones.

Mientras, los gastos corrientes se elevaron un 33%, hasta los 2.302 millones de euros. De su lado, las transferencias corrientes crecieron un 39,2%, hasta los 461.614 millones, y las de capital subieron un 10,5%, hasta 3.160 millones.

Por último, las inversiones reales bajaron un 4,5%, hasta los 1.535 millones de euros, como consecuencia del descenso del 27% en el Ministerio de Defensa, hasta 547 millones, frente al alza del 15% en inversión civil, con 988 millones, por el alza del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (+17,8% y 662 millones).